La pasada temporada el Nàstic no consiguió su primera victoria a domicilio hasta la segunda vuelta. Hubo que visitar al colista, el Betis Deportivo para lograr un triunfo (0-3) que se le resistió en las once primeras salidas del campeonato. Suerte que en el Nou Estadi pasaba justamente lo contrario y no se perdió puntos hasta pasados dos meses y medio de competición. Este curso ha comenzado con un empate en casa, ante la UD Logroñés, por lo que la exigencia pasa a recuperar esos puntos lejos de Tarragona. Aunque Raül Agné mantiene la calma, tiene crédito para hacerlo después del curso pasado, sabe, como todos, que cuanto antes llegue ese primer triunfo mejor. Por el bien común. Si llega en La Nucía, mejor.
El campo alicantino no es un escenario asequible. Por mucho que el cuadro rojinegro acabe de ascender de Segunda RFEF. Precdisamente esa inercia que provoca venir de una categoría inferior es uno de sus grandes peligros. «Este tipo de equipos que vienen de subir suman más puntos en la primera vuelta», advertía el técnico del Nàstic en la previa. Especialmente si la plantilla mantiene el bloque que logró el ascenso, como así ha hecho el club alicantino.
En el banquillo del Camilo Cano estará César Ferrando, exentrenador del Nàstic entre el 2008 y el 2010, que ha sabido encontrar el punto de equilibrio de un grupo sin grandes individualidades pero con una cohesión de equipo realmente destacable, como señaló Agné. Los alicantinos sí inauguraron la temporada con tres puntos, tras remontar ante el Bilbao Athletic en las instalaciones de Lezama (1-2).
La preocupación para Raül Agné es el estado físico del equipo. Sigue con tres bajas importantes: Joan Oriol, Lupu y Pedro del Campo. Los tres podrían estar en el once titular si estuviesen en condiciones de hacerlo.
Las limitaciones físicas no se acaban en las ausencias. También entre los que pueden participar hay diferencias de ritmo competitivo. Un tono que los jugadores como Guillermo Fernández o Gorostidi, por poner dos ejemplos, deben conseguir sumando minutos de liga. Por estos motivos no parece que el once que salte al campo de La Nucía pueda incluir muchas novedades respecto a los que debutaron en la primera jornada.
La presencia de Èric Montes de partida en el doble pivote junto a Marc Montalvo pinta a ser la más segura. Marc Álvarez y Robert Simón deberían tener su puesto asegurado. Como le gusta a Agné, delantero que marca, delantero que es titular la jornada siguiente. Con eso bastaría para que ambos repitieran.
Uno de los objetivos del equipo será recuperar su solidez defensiva. Si algo caracterizó al Nàstic el curso pasado fueron sus 22 porterías a cero. Este curso comenzó encajando dos goles, además de una pretemporada con pocas porterías a cero. Más allá de ganar, lograrlo sería un buen síntoma.