En un acto de catarsis, Lisa Cama, de 65 años, desgrana su existencia de confrontación y descubrimiento escribiendo una carta a su madre Rosa Tarrés, una nonagenaria con la sensatez perdida, con la que ha tenido una relación maternofilial «dura». Sólo la influencia de su amiga bielorrusa Greta le permitirá desatarse de su vida de comodidades en una familia burguesa y católica.
Tres mujeres con perspectivas muy distintas. Este el punto de partida de La lluna turquesa (Aledis), nueva novela del escritor de Calonge afincado en Tarragona Alfons Cama.
Ayer la expuso en la Casa de les Lletres de Tarragona, con la presentación de la también escritora Coia Valls y una teatralización a cargo del grupo Ara Teatre (Maria Tur, Rosa Bosch, Antonio Díaz e Isabel Bitria).
Un apreciado vaso ceremonial preincaica que llega a la galería de arte de la familia Cama-Tarrés es el objeto/excusa por donde pivota este relato: un quero que, del corazón del imperio del Inca, transita hasta el centro de la cultura parsi, pasando por la singularidad de la religión y de los dioses hindúes.
«La pérdida, el amor y el desamor, la diferencia de clases, la búsqueda de una identidad, las religiones, el activismo, el cariño por el arte... se presentan a través de una ventana abierta para la reflexión», asegura el autor.
Pese al apellido de la protagonista, el libro no esconde una historia autobiográfica sino que indaga en la dispersión de los Cama por Catalunya, Perú y la India.