La Galeria d’Art La Catedral de Tarragona inauguró hace unos días su más reciente exposición a manos del artista tarraconense Claudi Bonachí: Lo que està a prop queda molt llunyà i lo llunyà molt a prop queda. Esta contiene 29 obras que se podrán visitar hasta el 3 de noviembre, de forma gratuita, y que muestran ciertas particularidades que las hacen únicas: mezclan fotografías, pintura al óleo y poesía.
En esta nueva colección del artista también ha participado el conocido fotógrafo tarraconense Ramon Segú Chinchilla, que ha aportado todas las imágenes que se pueden apreciar en los cuadros y que forman parte de su estirpe familiar, comenzada por su abuelo en 1913. En estas imágenes se captan momentos cotidianos y de la vida y los rincones de Tarragona, desde edificios emblemáticos, como la misma Catedral, hasta momentos tan representativos como el Concurs de Castells captados en blanco y negro.
La idea nació hace cinco años, aunque la creación de las obras comenzó hace un año y medio
De hecho, los contenidos y temáticas que se muestran en las obras son muy variadas, con incluso pequeños detalles que las hacen únicas: «Tratan muchos temas. Sin duda la obra que más me ha marcado ha sido Tal vez, porque pinté a niños que parece que estén pescando por diversión, pero lo hacen porque padecen hambre. Lo que pescan son latas y botellas de plástico», explicaba Bonachí.
«Mis imágenes favoritas son las de la visita de Dalí a Tarragona, pero las imágenes y la simbología de Jugar y tener suerte son preciosas», destacaba Chinchilla.
La creación de este proyecto comenzó hace cinco años, cuando el artista Claudi Bonachí quiso empezar una nueva colección de la mano de su compañero y amigo de siempre Chinchilla. Por distintos problemas no fue hasta hace un año y medio que Claudi emprendió junto al fotógrafo la ansiada creación de los 29 cuadros.
Además de esta colaboración también han participado Ramon Àvila, que ha aportado sus letras escritas en pluma para la poesía, y Ramon Bonachí y Sebastià Poy, los cuales han escrito los poemas que posteriormente Àvila ha caligrafiado en las obras.
En palabras del propio Ramon Àvila, al principio no quería restarle demasiado protagonismo a sus compañeros, hasta que acabó animándose: «Mi ilusión era que mis letras no taparan el trabajo previo, aunque tiempo después me lancé y le pregunté a Claudi si tenia más cuadros por hacer».
Bonachí y Chinchilla resumían en pocas palabras sus obras: «Mucho sentimiento y amor por Tarragona».