«Los datos y los lenguajes computacionales constituyen la fuente de inspiración, la materia primera y el medio a través del cual toman forma las obras de Tomonaga Tokuyama». Con estas palabras, Arnau Horta, comisario de la exposición Poética del espacio algorítmico, explica la génesis de la muestra, que el artista-programador presentó en la décima edición del Eufònic, el festival alrededor de las artes sonoras, visuales y digital-performativas. La nueva pieza pertenece a la serie f (), derivada a su vez de la ya presentada en el Arts Santa Mònica en febrero de este año, cuya base eran tubos de luz reactivos.
Los algoritmos son una de las principales herramientas de trabajo de Tokuyama.« Lo Pati es idóneo para ubicar la exposición, porque es un espacio polivalente que, en esta ocasión, se convierte en una black box», afirma el comisario de la muestra, que se puede visitar hasta el próximo 19 de septiembre –de miércoles a sábado de 16 a 20 horas, y domingo de 11 a 14 horas. Por su parte, Vicent Fibla, director del Eufònic, destaca «cada instalación artística tiene objetivos diferentes, pero todas ellas tienen en común que investigan sobre la tecnología, la interacción, etc.».
Asimismo, destaca que «Eufònic funciona en diferentes ventanas geográficas y temporales. En cuanto a estas últimas, son propuestas que se inauguran previamente al festival y que duran más allá, y que contribuyen a alimentar cada espacio museístico». Así, en su trayectoria artística, los algoritmos son una de las principales herramientas de trabajo de Tokuyama que con sus instalaciones y creaciones multimedia examina las condiciones de la percepción humana y las correspondencias con los sentidos.
«Los algoritmos utilizados traducen los sonidos en una serie de impulsos lumínicos, creando un espacio que Tokuyama describe como «un jardín de campos computacionales» y donde los cuerpos en movimiento de los visitantes se convierten en un elemento constitutivo y constituyente de la obra», dice el comisario de la muestra.
Sobre esta base, sigue explicando, «en f3( ) (2021) el algorítmico permite aumentar el espacio, es decir, convertirlo en una arquitectura expandida, en el que una serie de luces responden al sonido, etc.; y en el trabajo Replacing #1, el algoritmo, a partir de una serie de imágenes de lugares, reorganiza los píxeles de tal manera que el espacio desaparece, es decir, deja de ser espacio para convertirse en una serie de texturas geométricas». «En el primer caso el algoritmo transforma y aumenta nuestra experiencia de habitar un espacio; en el segundo recodifica la imagen de un lugar y neutraliza la posibilidad de reconocerlo como tal», concluye el comisario de la muestra.