El Departament de Salut ha puesto en marcha la campaña Pastilles, només les necessàries para reducir el uso inadecuado de determinados fármacos, especialmente, en personas que toman 10 o más medicamentos de manera simultánea, y que presentan criterios de fragilidad (por condiciones propias del enfermo ya sean clínicas o sociales, o condiciones del entorno).
La primera acción de la campaña se centra en reducir el uso inadecuado de los fármacos antiulcerosos, como son los inhibidores de la bomba de protones, fármacos que reducen la cantidad de ácido en el estómago y que se usan en diferentes enfermedades digestivas, como el reflujo gastroesofágico, la úlcera gastroduodenal o la hernia hiatal. El omeprazole, el esomeprazol, el lansoprazole, el pantoprazole o lo rabeprazole pertenecen a este grupo de fármacos.
También es frecuente su uso en pacientes sin enfermedad intestinal para prevenir las complicaciones por la toma de otros medicamentos, como son las hemorragias provocadas por el consumo de antiinflamatorios, como por ejemplo la aspirina o el ibuprofeno y por este motivo son popularmente conocidos como ‘protectores gástricos’. «Esta terminología promueve la sensación de falsa seguridad, dando la impresión equivocada que se trata no solo de un medicamento inocuo, sino que su consumo es siempre positivo», explica la responsable de la Direcció de Farmàcia del Institut Català de la Salut, Anna Bonet.
España es el país de la OCDE con más consumo de los conocidos como fármacos antiulcerosos
En cuanto al consumo de inhibidores de la bomba de protones, la situación es diferente si se compara Catalunya con el resto del Estado. En este sentido, en el Estado español, este consumo ha aumentado un 16% del 2010 al 2022 (de 117 DHD en 2010 a 138 DHD en 2022) y es, desde hace más de una década, el país de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) con más consumo. Además, en los últimos 5 años, la tendencia ha aumentado de manera exponencial en comparación con la última década.
En cambio, en Catalunya los datos del consumo de antiulcerosos son un poco inferiores a los datos del Estado español y muestran una estabilización los últimos 5 años, del 2018 al 2023, alrededor de 120 DHD. Aun así, son valores muy por encima de otros países europeos como Suecia, con 85 DHD; Francia, con 90 DHD; o Italia, con 84 DHD, por lo que hay que continuar trabajando con la adecuación de su uso.
Esta es la primera de varias acciones que se enmarcan en la campaña Pastilles, només les necessàries y más adelante se focalizará al reducir el uso inadecuado otros fármacos como los antidiabéticos no insulínicos, los hipolipemiantes, los antiespasmódicos urinarios y los anticolinérgicos.
