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Laia Pastor Jané, dermatóloga: «Los tatuajes extensos dificultan la detección del cáncer de piel»

La especialista advierte que la pigmentación obstaculiza la evaluación de las lesiones y puede enmascarar los signos de la enfermedad

12 junio 2024 09:49 | Actualizado a 19 junio 2024 11:48
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Sensibilizar, prevenir y concienciar. Este es el triple objetivo del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Piel, que se celebró el pasado 13 de junio. Por esta razón, la Dra. Laia Pastor Jané, dermatóloga del Hospital Universitari Joan XXIII, destaca la importancia del diagnóstico precoz.

¿Cuál es la incidencia actual del cáncer de piel?

Según datos del Hospital Clínic de Barcelona, habría unos 300 casos por 100.000 habitantes al año, es decir, un 20% de las personas tendrá un cáncer de piel durante la vida. Por lo tanto, la incidencia es elevada. Si bien, el melanoma, que es el más agresivo, solo representa un 4% del total de cánceres de piel, pero es responsable del 80% de la mortalidad.

¿Cuál es el más común?

El cáncer de piel no melanoma y entre ellos el más habitual, con diferencia, son los carcinomas basocelulares que diagnosticamos casi todos los días en la consulta y suponen el mayor volumen de nuestra actividad quirúrgica. Estos tumores en la mayoría de los casos tienen un buen pronóstico y se curan, incluso se pueden hacer tratamientos no quirúrgicos. Después, le sigue el carcinoma escamoso, del cual algunos subtipos tienen riesgo de diseminación a ganglios linfáticos, y después el melanoma, que a partir de 1 milímetro de profundidad ya tiene un riesgo de diseminación por el organismo y que puede ser muy agresivo.

¿Cuáles son los factores de riesgo?

El primer factor de vulnerabilidad es ser una persona con la piel clara, albina o padecer vitíligo. En segundo lugar, y como factor evitable, está la exposición solar y que conlleva un doble riesgo, por un lado, cuando se trata de una quemadura solar aguda, y, por otro, como consecuencia de la exposición solar acumulada durante la vida, provocando diferentes mutaciones en el material genético de las células de la piel. Pero, lo más importante es la edad, ya que un exceso precoz en la infancia, adolescencia o en adultos jóvenes es lo que condiciona el futuro de la piel de la persona. Por esta razón, debemos evitar las fuentes de luz ultravioleta artificial como cabinas, camas o luces bronceadoras que están tipificados como agentes cancerígenos.

¿Qué papel juega la genética?

Es importante cuando hablamos de melanoma porque es el que tiene la base genética más fuerte. En general, también hay que tener en cuenta que se hereda el tipo de color de piel, siendo más vulnerables las pieles claras que siempre se queman y nunca se broncean.

¿Qué más podemos hacer para prevenir el cáncer de piel?

Se recomienda durante la primavera y verano entre las 12 y las 16 horas estar a la sombra y tener en cuenta que la ropa es nuestra gran aliada, mucho más que las cremas de fotoprotección porque para que funcionen debemos aplicarlas correctamente, cosa que no siempre hacemos.

Durante 2023, en el Hospital Joan XXIII hemos extirpado más de 600 tumores malignos de piel, lo que representa un 13% más en relación con 2022 y un 55% más que durante 2021

¿Cómo debe ser el protector solar?

Debe ser mínimo de 50 y debemos aplicar una capa gruesa para garantizar la eficacia, cubrir todas las zonas de manera generosa y minuciosa, así como reaplicarlo cada dos o tres horas mientras estemos al aire libre en horas de sol. Cabe mencionar que se han descrito posibles disruptores endocrinos en animales (octinoxato y oxibenzona, contenidos en algunos protectores solares) aunque no hay suficiente evidencia que actúen como tal en humanos. Es decir, son moléculas que pueden engañar nuestro sistema endocrino y desencadenar problemas debido a que se confunden con hormonas. En el caso de los niños y las niñas, podrían contribuir a desarrollar pubertad precoz y este tema está en investigación. Por tanto, estar a la sombra y llevar ropa que nos proteja siempre será mejor opción.

El diagnóstico precoz es primordial.

Sí. Condiciona la supervivencia, sobre todo en el caso del melanoma. Entonces, si el diagnóstico es tardío, la intensificación terapéutica en lo que se refiere a nivel quirúrgico será mucho mayor, así como los posibles tratamientos adicionales como radioterapia e inmunoterapia. El diagnóstico precoz condiciona una mayor supervivencia y una menor morbilidad. Las terapias han evolucionado mucho, por lo que los tratamientos cada vez son más eficaces, se toleran mejor y con mayores tasas de supervivencia, aunque también tienen sus efectos adversos.

Los tatuajes extensos dificultan la detección.

Con los tatuajes extensos en los que se pigmenta la piel de diferente color, los dermatólogos nos quedamos desarmados para realizar una detección precoz porque utilizamos una lupa especial -dermatoscopio- que permite ver estructuras a 1 mm de profundidad y a 10 aumentos. Así podemos reconocer una serie de patrones, estructuras e incluso los vasos sanguíneos que indican benignidad o malignidad. Es una información rica que perdemos con la pigmentación exógena de la piel. Además, pueden aparecer pecas y tumores a posteriori sobre zonas tatuadas. Debe considerarse, también, que el pigmento migra a los ganglios linfáticos regionales, que quedan teñidos. En el futuro podemos tener un problema diagnóstico importante en los tatuajes extensos.

¿Cuándo debemos preocuparnos por las pecas?

Lo importante es diferenciarlas del melanoma. Entonces, la regla básica de las lesiones es la ABCDE, es decir, ‘A’, de asimétrica; ‘B’, de bordes estrellados; ‘C’, un color polícroma y sobre todo el azul y el negro; ‘D’, un diámetro superior a 6 milímetros, y la ‘E’, referente a la evolución, que cambie de color, forma, tamaño o se erosione y sangre.

Ante la sospecha debemos acudir al médico de cabecera.

Sí. Si percibe que puede haber un problema importante, hará una foto de la lesión para hacer una consulta telemática con el dermatólogo, y así reaccionar lo antes posible.

Las intervenciones de tumores cutáneos malignos han aumentado en los últimos años.

Aunque tenemos mucha información, la población no hace todo lo posible para protegerse correctamente del sol. Durante 2023, en el Hospital Joan XXIII hemos extirpado más de 600 tumores malignos de piel, lo que representa un 13% más en relación con 2022 y un 55% más que durante 2021.

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