«Todos los días hago los ejercicios que me mandan, sobre todo mover las piernas. Estoy muy contenta porque me ayudan mucho, ya que desde que tengo la pierna mala no he podido salir a la calle». Así de agradecida se muestra María Izquierdo, una de los quince pacientes que atiende la Unitat d’Hospitalització a Domicili Integral de Geriatria (HADIG) del Hospital Universitari Sant Joan de Reus.
Con el apoyo de su hermana Elena, quien la cuida, María se acogió al servicio tras sufrir una caída y ser operada de urgencia. «Después de caerse el dolor no mejoraba, así que fuimos a Urgencias del CAP Sant Pere y el médico, tras realizarle diferentes pruebas, nos derivó a Urgencias del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, donde la operaron. Después, nos explicaron en qué consistía la hospitalización domiciliaria y decidimos aceptarla porque para las dos era más cómoda la recuperación en casa que no en el hospital», argumenta Elena.
«La Atención Domiciliaria Integral de Geriatría favorece el proceso de convalecencia en el domicilio»
Esther Roquer, Médica especialista en Geriatría del Hospital Universitari Sant Joan de Reus
En este sentido, a diario se desplaza hasta el domicilio un equipo integrado por la médica especialista en Geriatría y médica de la Unitat d’Hospitalització a Domicili Integral de Geriatria, la Dra. Esther Roquer, la enfermera especialista en Geriatría, Cristina Yagüez, y las fisioterapeutas Eva Oliva y Olga de Febrer. Después, hasta las 20 horas, el Servicio de Geriatría está de guardia, y a partir de esa hora pueden dirigirse a un teléfono de guardia.
«La Atención Domiciliaria Integral de Geriatría favorece, en lugar de tener a los pacientes ingresados en una atención intermedia hospitalaria, el proceso de convalecencia en el domicilio», explica la Dra. Roquer, quien señala que «sobre todo, son personas de edad avanzada, así como pacientes crónicos complejos, con fragilidad y que han tenido una patología aguda, que en nuestro caso son ictus, procesos ortogeriátricos u otra patología que les ha causado un deterioro funcional y que, por lo tanto, requieren de un abordaje integral por parte de un equipo interdisciplinario que, además del ámbito médico, contribuya a la recuperación funcional y la autonomía».
«Estar en casa, con el apoyo de un familiar y en un espacio conocido, favorece que los pacientes no se desorienten y la recuperación de la autonomía les resulta más fácil», Cristina Yagüez, enfermera
En cuanto a las ventajas, la médica especialista en Geriatría apunta que «se reduce la incidencia de síndromes geriátricos, tales como el delírium o la inmovilidad, las infecciones nosocomiales, así como se consigue un mayor bienestar de los pacientes».
Recuperar la autonomía
En este sentido, las fisioterapeutas tienen un papel fundamental en la recuperación de la autonomía de los pacientes. «El objetivo es favorecer la máxima funcionalidad posible, por lo que, dependiendo de la patología, realizamos ejercicios para fortalecer la musculatura o la reeducación de la marcha, para que sean todo lo autónomos que sea posible», explica Eva Oliva. Así, Olga de Febrer añade que «intentamos venir todos los días de la semana y la sesión dura entre 20 y 30 minutos».
«El objetivo de la fisioterapia es favorecer la máxima funcionalidad posible», Eva Oliva, Fisioterapeuta
En cuanto a la influencia de la fisioterapia en la recuperación tras una fractura, ambas señalan que «es básica e imprescindible para que el paciente se recupere y por ello les enseñamos a andar correctamente, como apoyar el peso, como subir y bajar las escaleras, así como a la persona cuidadora la manera en que debe hacer las transferencias desde la cama, etc.».
Por todo ello, la enfermera Cristina Yagüez respalda que la atención domiciliaria «es la que mejor se puede ofrecer, porque en el hospital la realidad es muy distinta a la del domicilio una vez reciben el alta» y añade que «estar en casa, con el apoyo de un familiar y en un espacio conocido, favorece que los pacientes no se desorienten y la recuperación de la autonomía les resulta más fácil».
Por todo ello, el jefe del Servicio de Geriatría y de Cuidados Paliativos del Hospital Universitari Sant Joan de Reus, Gabriel de Febrer, hace hincapié en que «frente al aumento de la esperanza de vida, el presente y el futuro deben contemplar la atención en el domicilio, con las ventajas que conlleva realizar la convalecencia en casa, ya que se evitan numerosos problemas asociados a la hospitalización». Una labor que desde la unidad, dice el doctor, «realizamos de conformidad con las Áreas Básicas de Salud y los Centros de Atención Primaria y los médicos de cabecera».
«Frente al aumento de la esperanza de vida, el presente y el futuro deben contemplar la atención a domicilio», Gabriel de Febrer, Jefe del Servicio de Geriatría y de Cuidados Paliativos del Hospital Sant Joan de Reus
Así, desde que entró en funcionamiento el servicio, a finales del año pasado, la Dra. Esther Roquer indica que «empezamos con diez pacientes y ahora ya son quince, y la previsión es seguir creciendo».
Pacientes agudos
En el campo de la atención domiciliaria, reúne una dilatada experiencia la Unitat d’Hospitalització a Domicili (UHAD) de Pacients Aguts, que actualmente atiende a entre 20 y 25 personas y que entró en funcionamiento en 2019. «Sobre todo, atendemos a personas que necesitan un tratamiento endovenoso, y que en lugar de recibirlo en el hospital, pueden beneficiarse de las comodidades de estar en su casa», explica Marc Benavent, uno de los médicos internistas que forman parte del equipo y cuyo radio de actuación es de 20 minutos en coche desde el propio hospital. Asimismo, los pacientes reciben atención las 24 horas del día: de 8 a 20 horas a través de las enfermeras de la unidad, y a partir de las ocho de la tarde en contacto con un teléfono que atiende el médico internista que está de guardia.
«Desde el minuto cero, fomentamos la educación sanitaria del paciente», Elisenda Roig, Responsable de Enfermería de la Unitat d’Hospitalització a Domicili (UHAD) de Pacients Aguts
Asimismo, el médico internista hace hincapié en que «la recuperación se acelera porque el paciente es mucho más autónomo y la rehabilitación es más cómoda». A este respecto, la médico internista de la unidad, Alba Català, añade que «existen casos de pacientes que no llegan a pisar el hospital, sino que directamente el ingreso se hace en su domicilio». En este sentido, los criterios de inclusión incluyen, además de ser un paciente estable, que haya una persona cuidadora que conviva con él o ella.
«Existen casos de pacientes que no llegan a pisar el hospital, sino que directamente el ingreso se hace en su domicilio», Alba Català, Médica internista de la Unitat d’Hospitalització a Domicili (UHAD) de Pacients Aguts
Sobre esta cuestión, la responsable de Enfermería de la UHAD, Elisenda Roig, indica que «desde el minuto cero, fomentamos la educación sanitaria del paciente, es decir, desde que entramos en el domicilio nos fijamos en como él o ella actúa con la medicación para evaluar la capacidad de gestión y ofrecerle la información necesaria». Así, se contrarrestan las complicaciones y la probabilidad de que, a largo plazo, deban ingresar de nuevo en el hospital. Sobre la base de estos beneficios, tanto desde la UHAD de Pacients Aguts como desde la Unitat d’Hospitalització a Domicili Integral de Geriatria, echan en falta «dar a conocer las Unitats d’Hospitalització a Domicili, a la vez que se inviertan recursos, porque son el futuro de la atención centrada en el paciente»
Comodidades
Los pacientes disfrutan de las comodidades de estar en su domicilio sin renunciar a una atención médica especializada.
