Hay que remontarse a febrero de 2003 para evocar el origen de la tarraconense Sala Trono en la Part Alta, que «nació por obra y gracia del Col·lectiu de Teatre Necessari Trono Villegas, y durante los primeros años de vida los miembros del grupo fueron los impulsores, gracias al empujón inicial de la Associació cultural ANIMA’T». Algunos de los fundadores fueron Oriol Grau, Paloma Arza o Montse Teuler y el primer espectáculo que se estrenó fue Petits suïcidis, con tan solo cincuenta butacas.
«Todo se hacía de forma voluntaria y la intención era impulsar el teatro de pequeño formato en la ciudad», explica Joan Negrié, quien se incorporó al equipo en 2008, y actualmente es el director. «Con el tiempo, la gestión se profesionalizó y se amplió la oferta teatral para tener la sala abierta más días», explica él mismo. De hecho, la programación paso de dos días al mes a hasta quince días.
En 2017 los responsables recibieron un informe técnico municipal que «advertía que no podíamos seguir en la Part Alta, ya que el espacio requería de obras de mejora, que económicamente no podíamos asumir», asegura Joan Negrié. Ante esta adversidad, no se dieron por vencidos y, tras un tiempo de negociaciones con el Ayuntamiento de Tarragona, reabrieron en el Teatre Metropol.
Virtudes
En el transcurso de estas dos décadas, según el director de la Sala Trono, «la magia y el éxito han venido de la mano de compañías y dramaturgos contemporáneos, así como el sello de teatro de proximidad, en tanto que el público tiene a los actores y actrices a un metro de distancia».
Al mismo tiempo, estas virtudes han contribuido a llenar diferentes vacíos en el ámbito escénico: «Ser la única sala privada de la provincia que ofrecía una programación estable de manera ininterrumpida cada fin de semana y generar el hábito de acudir al teatro».
Referentes
En cuanto a la programación, la responsable de comunicación de la Sala Trono, Anna Fernández, resalta que ahora nos centramos en dos temporadas, la de otoño, que abarca de septiembre a enero, y la de verano, que aglutina los meses de febrero a mayo. «Joan Negrié elabora una programación con la mirada puesta en que nuestro público más fiel encuentre espectáculos atractivos, a la vez que intentamos que la gente joven quiera acudir al teatro. Se trata de hallar el equilibrio», afirma Anna Fernández.
Al respecto, el director de la Sala Trono hace hincapié en que «intentamos que vengan a Tarragona las compañías que triunfan en Barcelona y que serán los clásicos del futuro». Por esta razón, «nos sentimos orgullosos de que hayan pasado, al inicio de sus carreras, compañías como Flyhard, Egos Teatre, La Calòrica...».
Creación propia
Mirando atrás y haciendo balance, actualmente la Sala Trono se ha convertido en un epicentro de teatro contemporáneo en la provincia de Tarragona. Por su escenario, se han podido ver 509 espectáculos de las mejores compañías catalanas, españolas e internacionales. Además, la Sala Trono ha producido 23 espectáculos, con giras que suman un total de 1.200 funciones.
Al respecto, Joan Negrié explica que «las producciones propias garantizan unos ingresos fijos y externos a las ayudas de las administraciones, un trabajo que requiere también de un esfuerzo económico y de recursos humanos». La primera producción fue El lleig (2008) y la más reciente será Tornaria a viure com si fos un llangardaix, que se representará a principios de mayo. «Las producciones son un reflejo de aquello que ocupa y preocupa a los dramaturgos contemporáneos, es decir, que hablan el lenguaje de la gente de hoy en día», afirma Joan Negrié, a lo que el responsable de producción, Manel Torres, añade que otro de los méritos de la Sala Trono es que «las producciones invitan al público a repensar lo que ve y a dar su opinión». Todo ello sin olvidar el talento tarraconense, en tanto que «los actores y actrices que en su día se fueron de la ciudad, ahora encuentran en la Sala Trono un espacio de exhibición de sus creaciones, en el que demostrar que se puede hacer teatro profesional».
Otro de los pilares es el FITT- Noves Dramatúrgies, que este año celebra sus diez años de vida. «Año tras año, el público es cada vez más numeroso, por lo que el FITT es una bestia que debemos alimentar para que siga creciendo. Con la presencia de compañías internacionales y nacionales, es un escaparate de propuestas que en Tarragona no se han visto», afirma Anna Fernández.
Futuro incierto
Sobre el futuro, Manel Torres señala que «es muy incierto porque el convenio termina en marzo de 2024, y no sabemos qué ocurrirá». A pesar de ello, Anna Fernández se complace de que el actual equipo que hay detrás de la Sala Trono sea «cada vez más joven y comparta sus orígenes alrededor del teatro amateur, la Mostra de Teatre Jove de Tarragona, Vis de Vanadi, Tornavís Teatre... Existe un relevo generacional y miramos el futuro con la misma energía de quienes impulsaron la Sala Trono hace veinte años».
Estreno
A principios de mayo la Sala Trono estrenará su última producción ‘Tornaria a viure com si fos un llangardaix’.