El documental Cómo cazar un monstruo, disponible en Amazon Prime Video, revela la aterradora historia de Lluís Gros, exgerente del cine La Calàndria del Masnou, quien fue condenado a 24 años de prisión por abusos sexuales a menores. Carles Tamayo, periodista y youtuber, nos sumerge en una historia impactante, pues Gros, además de ser el protagonista de este macabro relato, fue amigo cercano de Tamayo durante su infancia.
Estrenado el pasado 6 de septiembre de 2024, este true crime va más allá del típico documental de crímenes reales. Tamayo, conocido por su trabajo de investigación sobre estafas y sectas, documenta en primera persona su convivencia con Gros mientras este trataba de limpiar su imagen, negando las acusaciones e insistiendo en su inocencia, a pesar de los testimonios de múltiples víctimas. A lo largo de tres episodios, el espectador asiste a la exposición de una mente narcisista y manipuladora, que sigue comunicándose con menores sin mostrar remordimiento alguno
¿Qué hace especial a ‘Cómo cazar un monstruo’?
Este documental es diferente de otros proyectos del género. No se trata de una simple reconstrucción de hechos. Carles Tamayo consigue capturar la verdadera personalidad del abusador en tiempo real, mientras este niega los crímenes por los que fue condenado. Las entrevistas con las víctimas ofrecen un valioso testimonio, brindando a estas personas una voz en un sistema que permitió a Gros operar con impunidad durante décadas. La tensión crece cuando Gros intenta fugarse, pero es finalmente capturado, gracias a la denuncia de Tamayo. Una detención en que tuvo su momento más álgido con el pseudo-directo de la detención en mayo de 2022, cuando fue emitida por el canal de YouTube de Tamayo.
La importancia del documental para el género True Crime
En un momento en que el true crime está en auge, Cómo cazar un monstruo destaca no solo por la investigación periodística impecable de Tamayo, sino también por su capacidad de generar una reflexión profunda sobre los fallos del sistema judicial. La serie se posiciona como un proyecto necesario y valiente, que denuncia la falta de protección hacia las víctimas y expone los peligros de aquellos que, como Gros, creen estar por encima de la ley.
