Bailar, reír y compartir buenos momentos. Bajo estás consignas, ayer se celebró la segunda edición de Un dia per recordar, el festival para pacientes con la enfermedad de Alzheimer de la demarcación de Tarragona. Organizada por Parc Central, con la colaboración de la Associació d’Alzheimer i Altres Trastorns Neurocognitius Reus i Baix Camp, un centenar de personas, entre pacientes, familiares y cuidadores, se reunieron en el Centre Terapèutic per a l’Alzheimer i la Unitat de la Memòria de l’Associació d’Alzheimer i Altres Trastorns Neurocognitius Reus i Baix Camp.
«Después de quedar encantados con la primera edición, repetimos el festival, en colaboración con la Associació d’Alzheimer, porque lo que pretendemos es hacer visible, al resto de la comunidad, las necesidades afectivas que tienen tanto los pacientes como los familiares y los cuidadores. Entonces, tras disfrutar el año pasado de una jornada emotiva, coincidimos claramente en que había que repetir», explicó el gerente de Parc Central, Francisco Lambea.
De esta manera, además de las diferentes actividades, la música fue la otra gran protagonista de la jornada. Así, presumiendo de desparpajo, Maria Teresa salió a escena para cantar la canción popular Baixant de la font del gat, mientras que los asistentes tampoco dudaron a la hora de bailar al ritmo mexicano de Cielito lindo. Una demostración del poder de la música en el bienestar de las personas con la enfermedad de Alzheimer.
Al respecto, la presidenta de l’Associació d’Alzheimer i Altres Trastorns de Neurocognitius Reus i Baix Camp, Misericòrdia Sánchez, destacó que «cuando los pacientes escuchan música se les levanta el ánimo, la mirada les cambia y empiezan a bailar. Es muy emocionante». Al mismo tiempo, se mostró orgullosa de que «empresas como Parc Central, y las personas que hay detrás, estén a nuestro lado para dar visibilidad a la enfermedad de Alzheimer y, sobre todo, apoyar a los pacientes, familiares y cuidadores porque son muchas las necesidades que tenemos».
Entre ellos, Anna Maria no quiso perderse la jornada Un dia per recordar. «A mi marido le diagnosticaron la enfermedad de Alzheimer a los 61 años, ahora tiene 68 años», explica su mujer, quien añade que «desde hace un año que acude al centro, ya que en casa sentía que no podía hacer nada». Desde entonces, asegura Anna Maria, «se siente integrado y querido por todos, y lo más importante es que sigue activo».
Con testimonios como este, la Associació d’Alzheimer i Altres Trastorns de Neurocognitius Reus i Baix Camp mira el futuro con paso firme. «En estos años, han sido muchos los logros, como impulsar el Centre Terapèutic per a l’Alzheimer i la Unitat de la Memòria, y lo que queremos es seguir contribuyendo a la investigación de la enfermedad en beneficio de las personas con Alzheimer», afirma Misericòrdia Sánzhez.
Una visión que también comparte la Associació de Familiars d’Alzheimer (AFA) que fue la encargada de leer el manifiesto del Día Mundial del Alzheimer en Tarragona.
«Con este acto buscamos generar conciencia y continuar enfatizando y reivindicando la importancia de la investigación, así como abogar incansablemente por el diagnóstico precoz, incluso en las fases prodrómicas, como un medio para mejorar la calidad de vida», clamó la entidad, a la vez que reivindicó que el Día Mundial del Alzheimer «sirva para avanzar en la atención integral a las personas con Alzheimer y otras enfermedades afines, así como a sus familias. Se han conseguido avances, pero todavía hay mucho por hacer».