Una pareja peculiar unida por la música y el amor es la que forman José Corbacho y Ramon Gener en el espectáculo Love love love, que esté sábado, 23 de septiembre, a las 20.45 h, llegará a la San Miguel Tarraco Arena para festejar Santa Tecla. Una relación amorosa que, al ritmo de la Orquestra Simfònica del Vallès, la Love Band Rock y los cantantes Sara Pi, Tonya Richardson y Sebastià Ramírez, se mantiene viva a través de los grandes hits de la música clásica y moderna.
¿Cuándo empezó el ‘idilio’ entre Ramon Gener y usted y que ha dado lugar al espectáculo ‘Love love love’?
Desde hacía tiempo, tenía ganas de trabajar con Ramon. Tras conocernos y hablar, coincidimos en que queríamos hacer un espectáculo musical, en directo, para explicar las historias que rodean tanto temas clásicos como modernos. Entonces, buscando un hilo conductor, elegimos el amor.
¿Cómo enamorarán al público de Tarragona?
Con la ayuda de la Orquestra Simfònica del Vallès, la Love Band Rock y los cantantes Sara Pi, Tonya Richardson y Sebastià Ramírez. En escena somos más de cincuenta personas.
¿Por qué eligieron el amor como nexo?
Porque el 99% de las canciones o son de amor o de desamor. A partir de aquí, buscamos temas que nos gustasen y que tuvieran un trasfondo. De este modo, a lo largo del espectáculo Love love love explicamos muchas de las anécdotas que rodean las composiciones, que son sobradamente conocidas por el público, tanto de música clásica como contemporánea. Son interpretadas por la orquesta y la banda. Por ello, en todo momento, la música es la protagonista y Ramon y yo solo somos los maestros de ceremonias.
Para gustos, los colores.
Sí. La música es de las cosas más subjetivas del mundo, porque cada persona tiene sus preferencias. No obstante, como seres humanos tenemos en común que, sea cual sea la canción, nos transporta a un momento determinado de nuestra vida. Por ello, Ramon y yo elegimos temas que fuesen fácilmente reconocibles por el gran público, desde Las bodas de Fígaro de Mozart y la Sonata Claro de luna de Beethoven; hasta temas de Madonna, Amy Winehouse, Beyoncé, Kiss, The Beatles, etc. Así, explicamos cuál era el momento que atravesaba el compositor o la compositora a la hora de escribir la canción, qué quería transmitir con la letra... Todo ello hace que el público viaje hasta acontecimientos de su vida, lo que a su vez les provoca emociones diferentes.
De Ramon y usted dicen que son una ‘extraña pareja’.
Sí (risas). De hecho, cuando le propuse hacer el espectáculo, él mismo me advirtió que nos llamarían la ‘extraña pareja’. Lo pasamos muy bien encima del escenario porque tenemos complicidad y química.
Con más de cincuenta artistas en el escenario, ¿cuál ha sido el reto?
Hemos superado varios desafíos. Por un lado, siempre es complejo fusionar a artistas de música clásica, como los de la Orquestra Simfonica del Vallès, con una banda de rock creada especialmente para el espectáculo. Por esta razón, uno de los momentos más emotivos es cuando todos los músicos tocan a la vez, y cuando se interpreta una versión clásica de una canción de rock, y viceversa. Es la magia de la música. Por otro lado, de forma natural, Ramon y yo hemos superado el reto de establecer el papel que desempaña cada uno, aunque compartimos las ganas de jugar, algo fundamental en cualquier espectáculo. Así que estamos contentos de actuar en la San Miguel Tarraco Arena para que los tarraconenses puedan disfrutar de Love love love. El espectáculo es un regalo para ocasiones especiales, como las fiestas de Santa Tecla.
Profundizar en la historia de cada canción, ¿cómo contribuye a cambiar la opinión, por ejemplo, de la música clásica?
El artífice de ello es Ramon Gener, quien es capaz de enlazar una canción de The Beatles con otra de Oasis y explicar qué tienen en común, o de descubrirnos el momento anímico que atravesaban compositores universales como Tchaikovsky y Mozart, o como el papel del hombre y la mujer eran diferentes según la época, algo que forma parte de la evolución y de la historia de la humanidad. Todo ello durante dos horas de espectáculo y sin dejar de entretener al público, que termina levantándose de la silla y bailando.
Tampoco falta el humor.
Sí. Tanto a Ramon como a mí nos gusta jugar en el escenario y hacemos lo que nos viene en gana. Pero, el único que no canta ni hace música soy yo, así no la liamos.
Hay cosas que no han cambiado en cuanto al amor.
El sentimiento de amor es el motor de la historia de la humanidad. Cuántas cosas buenas se han hecho en su nombre y cuántas no tanto, puesto que por amor ha habido guerras en la historia. Al final, a lo largo de cada épocae, cada persona vive el amor de una manera diferente, aunque todos buscamos la felicidad.