«Para conocer la Historia del Arte entera es necesario tener en cuenta una mitad que ha sido excluida e invisibilizada. Habría que reescribirla para verla con una perspectiva de género, donde la mujer es protagonista y no una simple musa. Y es que hablando de arte y mujer, tenemos la imagen de la mujer más como musa, un simple modelo, que como artista, más como un sujeto pasivo que activo y creador».
Con estas palabras, Marcel Aragonès, organizador de la exposición Artemísia. 24 dones artistes de les comarques de Tarragona, ensalza el valor de la muestra colectiva. Tras pasar por el centro de arte contemporáneo La Nau (L’Hospitalet de l’Infant) y la Església Vella de Mont-roig del Camp, hasta el próximo 29 de agosto se puede visitar en la Sala Àgora de Cambrils.
Así pues, con el apoyo de la Diputació de Tarragona, la exposición aglutina el talento de mujeres artistas del Camp de Tarragona y de las Terres de l’Ebre, con diferentes trayectorias, estilos y técnicas y que comprenden pintura, escultura e instalaciones.
«La selección de las creadoras fue complicada, puesto que tenía una lista de más de 60 mujeres de toda la provincia; así que decidí buscar representatividad de estilos y sobre todo geográfica, es decir, que abarcarse el mayor número posible de comarcas tarraconenses», explica Marcel Aragonès.
Por su parte, la presidenta de la Diputació de Tarragona, Noemí Llauradó, confirma que «la colaboración con la exposición es un ejemplo del apoyo de la Diputació a los profesionales autónomos y microempresas de la demarcación en la creación y en la producción cultural. Con estas ayudas dotamos a los profesionales del arte y la cultura de herramientas para seguir creando y poniendo en contacto sus creaciones con el público, de manera que la ciudadanía también resulta beneficiada».
De esta manera, Artemísia. 24 dones artistes de les comarques de Tarragona desprende talento territorial en clave femenina. «Para encontrar talento no hace falta ir lejos porque lo tenemos, y mucho, en nuestro territorio; por esta razón, uno de los objetivos de la exposición es reivindicar que existen obras, de tanta o más calidad, creadas por artistas femeninas como artistas masculinos, aunque a lo largo de la historia los hombres han eclipsado a las mujeres», según palabras del organizador.
Por lo tanto, la exposición acontece un escaparate de obras de arte contemporáneo. «Hay cuadros de pintura figurativa, abstracta y realista; y piezas de cerámica y escultura», resalta él mismo.
Para encontrar talento no hace falta ir lejos porque lo tenemos, y mucho, en nuestro territorio
Muestra de ello es la obra Ariet taronja, de la escultora Natàlia Ferré. «Representa una mujer lectora porque leer nos aporta vida y paz, y en mi opinión la lectura debería ser algo esencial para el ser humano», dice la artista, quien en 2023 recibió el título de Mestra Artesana de la Ceràmica, otorgado por la Generalitat de Catalunya. Sobre su participación en la exposición, Natàlia Ferré subraya que «es una oportunidad personal y profesional porque me ha permitido conocer a otras artistas y su obra; es una experiencia que suma, ya que siempre es un placer compartir espacio y tiempo con otras creadoras».
Licenciada en Matemáticas, Esther Gilabert -nacida en Tortosa aunque actualmente reside en Calafell- decidió abandonar ‘los números’ para dedicarse a su vocación secreta: la pintura. «Calafell siempre me ha regalado paz y una luz inspiradora. Me doy cuenta de que la pintura al óleo me permite resaltar con fuerza los colores vivos que tanto me cautivan, y, sin darme cuenta, me encuentro buscando la magia que todos tenemos en la mirada. Así nace mi primer trabajo, la serie MIRA’M», explica la artista, quien para mostrar en la exposición ha elegido la obra Els ulls de la favela: «El duro entorno que dificulta la supervivencia en las favelas brasileñas, la samba que inunda el corazón de estos hombres y mujeres les hace seguir adelante y mirar la vida con esperanza».
La exposición es una oportunidad personal y profesional
Por su parte, Beatriu Mar (Mont-roig del Camp) lucha a través del arte por «las libertades, poniendo de manifiesto la libertad sexual, la conciliación y la brecha salarial, la invisibilidad, la presión estética y la cosificación de la mujer, la violencia de género, la explotación sexual». Así, la escultura de cerámica Dona girafa se convierte «en una reflexión sobre la belleza y el estigma asociado a los países desarrollados».
Por todo ello, Marcel Aragonès valora la oportunidad que la exposición pueda recorrer de manera itinerante el territorio: «Es un éxito de las 24 mujeres que participan en la exposición, puesto que sus trayectorias y obras son potentes y de calidad, por lo que todas ellas se merecen la admiración del público».