El bufete del señor Haslitt recibe una carta desde Francia de una de sus clientas solicitando consejo porque ha sido acusada de asesinato por un pariente, un más que probable chantajista necesitado de dinero. Preocupado, el señor Haslitt envía a su joven socio Jim Frobisher a Dijón. Afortunadamente, el inspector Hanaud de la Sûreté de París es requerido en Dijón para resolver el caso, utilizando la tapadera de otro asunto: una plaga de cartas anónimas sobre Dijón que ya han causado varias muertes. Se trata de La casa de la flecha, la segunda novela protagonizada por el inspector Hanaud, de A. E. W. Mason, publicada por Ediciones Espuela de Plata, inédita en castellano hasta hoy. Su primera novela, El misterio de la villa rosa está considerada por la crítica especializada como la primera novela policíaca moderna, también publicada por la misma editorial.
Hablamos con su prologuista Antonio González Lejárraga sobre La casa de la flecha y sobre su autor, que fue escritor, actor y miembro del parlamento británico. Participó en la Primera Guerra Mundial como Capitán y realizó misiones de espía, para la inteligencia británica. Gran viajero, trasladó sus experiencias a sus novelas.
El inspector Hanaud prácticamente es un desconocido.
Fue tanta la producción de novela policíaca o de detectives del periodo de entreguerras que han quedado los más punteros. ¿Cuáles son? Evidentemente Sherlock Holmes, Poirot y pocos más. Sin embargo, Mason es un caso extraño porque muchas de sus obras, si no todas, se han editado en diferentes periodos, aunque con cierta irregularidad, pero sí que fue un autor que aquí vendió y tuvo bastante difusión. Y ahora, con este movimiento de las novelas históricas, hace bien poco que Pérez Reverte hizo una edición de Las cuatro plumas con un prólogo suyo y unas ilustraciones impresionantes.
‘La casa de la flecha’ es la típica novela policiaca ortodoxa.
Si, investigar a partir de un hecho. Eran las reglas que había impuesto el reverendo Ronald Knox para hacer una novela policiaca. No te podías ir de esos cauces. Lo que ocurre es que luego las cosas se fueron abriendo paso de otra manera. Eran tantos los autores y los estilos que se mezclaban el thriller, la novela de misterio, de terror... Cuando empezaron a entrar los autores americanos con las novelas ya más negras y más violentas todo se mezcló y el pacto de juego limpio entre el autor y el lector fue desapareciendo, para bien o para mal. Para gustos hay colores.
¿Más acción también?
Algunos autores e historiadores de la novela policiaca de esa época trataban a los escritores ingleses de aburridos, de pesados, que estaban continuamente dando descripciones y que aquello no era acción, cambio que empezó con Dashiell Hammet, Raymond Chandler y compañía que, efectivamente, son novelas mucho más violentas que detrás tienen algo de crítica social y están más en contacto con esa realidad del momento. Lo que es cierto es que la novela problema por excelencia, que es Agatha Christie, se sigue reeditando y a la gente le sigue gustando. Algo tendría.
¿Qué destacaría del inspector Hanaud?
Es un personaje que a veces puede resultar cargante. Pero Poirot también lo resulta. Y este es uno de sus antecesores más señalados y ¿cuándo no resulta irritante Sherlock Holmes, que se puede considerar el rey de los detectives clásicos? Pero yo creo que el personaje tiene mucho de Mason, su creador, porque fue una persona que llevó una vida aventurera y estuvo metido en cantidad de actividades y aquí dejaba traslucir algo de su personalidad. Es un personaje complicado de entender. Mason era un inglés muy británico, del imperio, fue actor, comediógrafo, espía, un deportista impresionante y crea un personaje que no se mueve mucho, es como Poirot, está con las células grises, aunque en este caso debemos estar pendiente del azar, porque el azar en cualquier momento nos puede sorprender y darnos la solución y si no estamos atentos, pasa y no nos enteramos.
Y un personaje francés...
Sí, escrito por un inglés, el cual le hace hablar muchas veces en un inglés macarrónico, es un personaje muy curioso. A la hora de traducirlo es muy complicado porque para un inglés que está leyendo un libro que se ha escrito originalmente en inglés, si hay un tipo que es francés y habla un inglés macarrónico, pues puede llegar a entenderlo y le hace gracia. Pero ¿cómo traduces eso muchas veces? Te vuelves loco.
¿Es cierto que ‘La casa de la flecha’ está basada en hechos reales?
Según cuenta Mason en un artículo, el origen de la primera novela El misterio de la villa rosa, fue un grabado hallado en un hotel que recogía los nombres de dos mujeres que habían protagonizado unos años atrás un caso de robo y asesinato en Francia. Y él como pasaba todos los años unos días en esa localidad porque era un experto escalador y subía el Mont Blanc, reconstruyó la historia. Y para La casa de la flecha también explica que había asistido en los tribunales de Londres al juicio de una persona acusada de haber matado a una tía y que había un cuñado que lo había denunciado. Lo que ocurre es que introduce al personaje de Wabersky, lo recupera de cuando estuvo trabajando para la inteligencia británica, durante la Primera Guerra Mundial en México.
¿Qué hacía en México?
Seguía la pista de los agentes alemanes que se dedicaban a acumular lámparas de triodos, que eran los que se empezaban a utilizar para la transmisión sin hilos. En aquella época solo lo fabricaba una compañía americana y la producción era muy limitada y los alemanes estaban intentado acapararlo todo para su Führer. Entonces, prepararon un atentado en una localidad de México donde estaba esta facción de los alemanes y la dinamitaron. Y Wabersky parece ser que estaba danzando en estas actividades y era el responsable de un atentado muy grande que hubo en el año 1916 en el puerto de Nueva York, donde estaban almacenadas las municiones que iba a mandar el gobierno americano a los aliados en la guerra europea.
En el prólogo usted destaca que el personaje de Wabersky podría ser un mero elemento que utiliza para desviar la atención.
Mason carga demasiado sobre una persona para que el lector piense que puede ser el culpable, cuando el culpable a lo mejor es otro. Pero ese es el juego y yo creo que el lector al que le gusten este tipo de novelas se lo puede pasar muy entretenido porque es una novela muy ágil que tiene todos estos elementos.
¿Hay más elementos biográficos en ‘La casa de la flecha?
Cuando suben a la torre de Felipe el Bueno en Dijon para ver el Mont Blanc nombra cuántas veces lo ha escalado y eran las mismas que había estado Mason escalándolo. O cuando Hanaud le cuenta a Jim Frobisher, al abogado, que tenía un amigo torero, esto también es cierto. Mason era muy aficionado a los toros, de hecho, en su biografía se recoge que con el yate que tenía llegaba al puerto de Gibraltar con cierta frecuencia y se iba corriendo a Ronda o Sevilla a ver los toros. O sea, que tuvo una relación con España aparte de dedicarse a espiar las actividades de los alemanes en los puertos de Cartagena y demás donde cargaban combustible de manera un tanto sospechosa. Mason fue un tipo interesante.