Me pregunto si queda alguien en este país que no haya visto la miniserie de 6 capítulos El caso Asunta de Netflix. Y de quién no se ha rendido a los pies de una brutal Candela Peña interpretando a Rosario Porto, la madre de la niña.
El 21 de septiembre de 2013 Galicia se despierta con una inefable noticia: ha aparecido el cuerpo de una niña en una cuneta en Teo. Se conoce pronto su identidad, puesto que sus padres han denunciado su desaparición tan sólo unas horas antes. Asunta Yong Fang Basterra Porto, la primera niña de nacionalidad china adoptada en Galicia. Sus padres, la reconocida abogada Rosario Porto y el periodista Alfonso Basterra, recientemente divorciados, son detenidos apenas dos días después por su presunta implicación en el asesinato de la niña, aludiendo a las contradicciones constantes que ofrecían en sus declaraciones.
Tras dos años de espera, el juicio, celebrado en septiembre de 2015 y con una defensa conjunta entre el exmatrimonio, son declarados culpables de la muerte de Asunta por un jurado popular y condenados a 18 años de prisión cada uno.
Un caso que conmocionó a todo el país
Cruz Morcillo (Castellar, 1973) es un rostro habitual de nuestras pantallas. Inició su trayectoria profesional en medios escritos andaluces y dio el salto a los medios nacionales en 1997. Desde encontes también colabora habitualmente en las secciones de actualidad de programas de Punto Radio y Cadena Cope y también en distintas cadenas de televisión, como Antena 3, TVE, CNN+, La Sexta y Telecinco. En enero de 2011 se incorpora al equipo de colaboradores de El programa de Ana Rosa.
Especializada en sucesos y autora de varios libros sobre el género, consigue ser finalista en 2015 al premio Rodolfo Walsh por el libro El crimen de Asunta, un caso que conmocionó a todo el país.
En el libro de Morcillo se desvelan cuestiones familiares que no se revelaron a la opinión pública durante el juicio. Algunos de los secretos entre Porto y Basterra previos al asesinato de Asunta que arrojan algo de luz sobre esa relación tan extraña como enfermiza entre ambos. De hecho, según Porto, su psicóloga le dijo que su exmarido tenía una «doble personalidad» y el juez de instrucción recalca que durante la separación apareció con fuerza «la dominación psicológica de Alfonso», quien «daba de comer y de cenar» a Rosario y controlaba su medicación. “El amo de su casa”, le apodaban. Un periodista que meses ante se había quedado sin trabajo y que no había informado a su mujer. Una nueva careta para un hombre que, pese a su obsesión con Rosario Porto, no puso pegas a una sentencia exprés de divorcio (apenas un mes) al ver que sobre ella, cuenta Morcillo, empezaban a sobrevolar los malos tratos...
Más allá del morbo y la especulación, sencillamente para entender qué pudo pasar en este caso y la relación de los condenados con su hija, también se desgrana la personalidad de Alfonso y Rosario, las enfermedades de ella, la evolución de Porto con su amante, ya que esto afectaba fuertemente a su estado emocional, o cómo fue el último verano de la pequeña, en el que el 4 de julio ya intentaron matarla en su casa o las últimas semanas, en las que sus padres ya le daban unos «polvos blancos» que la dejaban «como drogada» y que no podía hacer prácticamente vida normal. Interesante resulta también cómo era la relación de Rosario con sus padres, el celebrado abogado Francisco Porto y la catedrática de Historia del Arte y profesora, Rosario Ortega, con los que parecía que estaba en constante competición y quienes “se entregaron a su única nieta, que pronto despuntaría como una criatura muy especial. Taiña, como la llamaban sus abuelos, fue el centro de sus vidas” desde el momento en que puso un pie en Santiago.
¿Sentía celos Rosario de su hija Asunta? ¿Les molestaba la niña al exmatrimonio? ¿Estuvo también Alfonso Basterra en la casa familiar de Montouto el día del asesinato o no salió de casa en toda la tarde, como asegura? ¿Ensayaron la muerte de la pequeña durante los últimos meses? ¿Tenía Basterra sometida a su exmujer? ¿Querría Rosario desligarse para siempre de Alfonso? ¿Por qué no denunciaron el ataque del 4 de julio? ¿Cómo pueden no recordar dónde estaba su hija el día de su desaparición? ¿Cómo fueron las últimas horas de Asunta? ¿Cómo pueden unos padres matar a su hija?
Diez años más tarde, quedan muchas preguntas aún sin respuesta. Rosario Porto se suicidó en la cárcel de Brieva (Ávila), donde fue trasladada, en noviembre de 2020. Alfonso Basterra escribió una carta a los creadores de la serie El caso Asunta asegurando que «cuando salga de la cárcel, nadie volverá a saber de mí».
Lo que es seguro es que la muerte de Asunta se produjo «por el efecto de una compresión sostenida sobre la boca y los orificios nasales», es decir: por asfixia y que «la presión se llevó a cabo muy probablemente mediante un objeto blando y deformable» por tanto, «la única etiología médico legal a considerar es la homicida». Que, por razones que ofrece el análisis forense, el fallecimiento se sitúa entre las 16 y las 20h del 21 de septiembre de 2013 y que «en el momento del fallecimiento la víctima se encontraba bajo el efecto de una importante cantidad de benzodiacepinas (lorazepam)».
Apunta Morcillo que «ese último viaje de Asunta viva, casi con toda seguridad adormecida, medio mareada, seguiría siendo un misterio en sus detalles. Como casi siempre en las investigaciones, las zonas de sombra se hacían hueco entre una hilera más o menos bien trazada de certezas».
Título: El crimen de Asunta
Autora: Cruz Morcillo
Editorial: La esfera de los libros
Páginas: 352 páginas
