La New Art Foundation protagonizará la exposición HiperObjetos una producción compuesta por 22 obras cedidas al Círculo de Bellas Artes de Madrid. Esta muestra examina la relación entre el arte y los conceptos filosóficos y científicos contemporáneos, con un enfoque particular en la tecnología y su impacto en la percepción humana y el medio ambiente. Las obras aportadas por la Fundación, de varios artistas nacionales e internacionales, destacan por su innovación y capacidad para desafiar a las convenciones artísticas. Se trata de una selección de obras que en un futuro próximo se podrán ver en el New Art Centre de Reus. «El concepto de la exposición habla de aquello que no se puede tocar pero que sí se puede objetivar», comenta Andreu Rodríguez, presidente del ente.
Estas 22 piezas regresarán a la capital del Baix Camp cuando expire el compromiso madrileño, aunque «pueden volver a transitar en cualquier momento», añade Rodríguez. El proyecto presenta un recorrido que emerge de los artistas más determinantes de la generación New Media, el Arte Generativo y el Computacional. Una exposición que enseña la creación contemporánea en la era del transistor, de internet y la inteligencia artificial fundiéndose para abrir paso al futuro, a los paradigmas cuánticos por soñar. Hay obras de Peter Weibel, Alba Corral, Fabrizio Corneli, Daniel Canogar, Ken Matsubara, Marina Núñez o Felicie D’Etienne. Hiperobjetos que toman forma desde las poéticas ilimitadas del Arte Tecnológico.
Compromiso con la tecnología
La New Art Foundation, no sólo reafirma su papel como un actor clave en el ámbito del arte tecnológico, sino que también demuestra su compromiso continuo con la exploración de nuevas fronteras artísticas.
Su colaboración en proyectos de vanguardia reflejan el dinamismo, la relevancia y el potencial de la Fundación en el panorama cultural global. En este sentido, Reus disfrutará de un centro tecnológico de primer nivel, una nave de 3.000 metros cuadrados, ubicada en la carretera de Constantí –junto a las instalaciones de la empresa Oulet PC–, que abrirá sus puertas a principios de año, ya que las obras se han retrasado. «Preferimos esperar y hacer las cosas bien, cuando abramos será para que la gente disfrute de este espacio que estamos diseñando», explica el mismo Andreu Rodríguez.
El museo, denominado New Art Centre, se ha pensado para «ser un referente de este tipo en el sur de Europa» y se inspira en dos de los más importantes del mundo: el Schaulager de Basilea y el Depot Boijmans Van Beuningen de Rotterdam. La instalación contará con un almacén de 1.500 metros cuadrados, una sala de exposiciones temporales de 500 m2 y una sala multiusos para presentaciones y pruebas de 200 m2. Además, dispondrá de un taller para restauraciones, laboratorios, oficinas y recepción. El nuevo centro estará liderado por el ‘triunvirato’ de la NAF formado por Marie-France Veyrat, Andreu Rodríguez y Vicente Matallana. Montse Grau se convertirá en la directora gerente. Además, contará con un equipo de ingenieros, técnicos y arquitectos.
El New Art Centre no solo mostrará y preservará obras, también producirá piezas de artistas de todo el mundo. Exhibirá exposiciones colectivas e individuales, ya sean de creaciones nuevas o revisiones de otras anteriores. Un proyecto completo que pretende alcanzar una posición privilegiada en el sector.
Presencia en Austria
La marca ha lucido durante este mes de septiembre en Austria. Concretamente, con la obra Vestibular_1 de Albert Barqué-Duran y Marc Marzenit en el festival Ars Electronica de Linz, Austria, el más importante en este ámbito a nivel internacional y este año dedicado al concepto de esperanza. Esta instalación audiovisual inmersiva, que altera las percepciones sensoriales de los espectadores, es un claro ejemplo de la intersección entre arte, ciencia y tecnología. La propuesta explora cómo las señales vestibulares influyen en nuestra percepción del cuerpo y del mundo, desafiando las preferencias estéticas tradicionales. Esta participación continúa la sólida presencia de la Fundación en Ars Electronica, una trayectoria que comenzó en 2018 y que ha llevado a la New Art Foundation a colaborar estrechamente con el Institut Ramon Llull y otras instituciones catalanas.