Un homenaje póstumo al pintor, acuarelista y grabador reusense Marià Fortuny (1838-1874). Esta es la razón de ser de la película-documental Fortuny. La muerte del pintor que hoy y mañana se estrena en el Teatre Fortuny de Reus (20 h). El director madrileño Emiliano Cano Díaz –también músico, investigador y realizador de documentales sobre arte– es el autor del filme. «Hace unos años, tras finalizar un cortometraje documental sobre la musa del pintor Ramon Casas, Júlia, comencé a investigar sistemáticamente a Fortuny, hasta publicar Los últimos días de Mariano Fortuny y Marsal en una revista académica», recuerda el cineasta.
Entonces, el hallazgo de material inédito, junto a la intención de arrojar luz a los últimos días del artista, motivaron a Emiliano Cano Díaz a dar vida a dicha versión audiovisual, y que supone su debut en el mundo del largometraje. «Me despertó mucho interés el episodio de su fallecimiento por la intriga y las especulaciones a su alrededor», asegura el cineasta quien enseguida se percató de que «podía reconstruir cinematográficamente esta última etapa de la vida del pintor».
Sobre la intriga y las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Marià Fortuny, Emiliano Cano explica que «el pintor, como otros tantos artistas de la época, falleció muy joven. Con 36 años, de repente enfermó, pero en la prensa de la época se especuló sobre un posible envenenamiento… Por otra parte, se dijo que enfermó de Malaria… Digamos que hubo muchas versiones rodeadas de un clima de extrañeza». Asimismo, el realizador de documentales recuerda que «la muerte de Fortuny le sobrevino cuando estaba en la cima de su carrera. En ese momento, era el pintor más valorado y más cotizado de Europa, lo que contribuyó a hacer más trágica su muerte».
Pensamientos
En la primera parte de la película-documental, el cineasta pone voz a los pensamientos del artista reusense a través de diversos fragmentos de cartas enviadas a sus allegados cercanos, familiares y amigos. «Quienes investigamos sobre el arte queremos ser lo más rigurosos posible y las cartas son un elemento muy rico. Entonces, intento, por un lado, dar una visión subjetiva sobre el personaje y, por otro, darle voz a él mismo a través de sus misivas, para que el espectador pueda hacerse una idea cercana de los pensamientos del artista».
El éxito
Por esta razón, el investigador asegura que «en el documental he intentado proyectar el conflicto interior que, en muchas ocasiones, supone el éxito». «Cuando Fortuny consigue que el marchante Goupil le acoja en París, logra encarrilar su carrera, pero condicionada a unas temáticas de pintura. Entonces, se enfrenta al conflicto de lo que él como artista querría y lo que le demanda el mercado», explica el cineasta, quien añade que «de este modo, me doy cuenta de que Fortuny fue un artista elocuente e incansable, y que sufría mucho en sus decisiones». Si bien, es en Nápoles donde el ilustre reusense encuentra la ansiada libertad artística.
«En su último verano en Nápoles, Fortuny se permite la libertad de intentar no trabajar, pero al ver la luz, las playas y el mar, sigue pintando a otro ritmo», afirma Emiliano Cano y añade que «por esta razón, en el documental Fortuny. La muerte del pintor insisto en esa faceta de pintor incansable, y en que su mirada y sus manos siempre estaban preparadas para plasmar las ideas sobre el lienzo».
El estrenoDe los últimos años de la vida del artista, el realizador de documentales sobre arte señala que «a pesar de haber sido encuadrado en la pintura académica, su capacidad artística le lleva a compartir muchas inquietudes con los impresionistas, como el interés por la luz o la pintura al natural. Elementos que le acercaban a esa forma de trabajar, pero no en las temáticas u otros aspectos».
La presentación está organizada por la Fundació Gresol y El Círcol, con el apoyo del Ayuntamiento de Reus y la Diputació de Tarragona.
En esta misma línea, Emiliano Cano considera que «el hecho de que se hubiera etiquetado su legado en la pintura ‘de género’ preciosista, ha dificultado el reconocimiento de Fortuny» y añade que «la historia del arte le ha enmarcado en esta corriente sin tener en cuenta su otra faceta pictórica, lejos de la rigidez de la pintura ‘de género’».
El cineasta madrileño también pone en valor que «aparte de su facilidad técnica, el reusense Marià Fortuny tuvo muchos valores que le hacen merecedor de un lugar prominente en la pintura de finales del siglo XIX, ya que entre Goya y Picasso, el artista más completo es Fortuny».
Por último, el deseo del cineasta es que quienes vean, hoy y mañana, el documental recuerden «la elocuencia técnica del pintor, y que muy pocos artistas tenían».