Cath y Wren son gemelas idénticas, y hasta hace poco lo hacían absolutamente todo juntas. Ahora están a la universidad, y Wren le ha dejado claro que no piensa compartir habitación con ella. Para Wren es una oportunidad única de empezar de cero y conocer gente. Para Cath no es tan fácil. Es terriblemente tímida. Su único mundo es ser fan de la exitosa saga de libros Simon Snow, donde ella se siente a gusto, donde siempre sabe exactamente qué decir y donde puede escribir un romance mucho más intenso que cualquier cosa que haya experimentado en la vida real.
Sin Wren, Cath se siente completamente sola, fuera de su zona de confort. Tiene una compañera de cuarto antipática, siempre acompañada de su atractivo novio, una profesora de escritura que piensa que el fan fiction es el fin del mundo civilizado, un guapo compañero de clase, que solo quiere hablar de palabras... Y además no puede dejar de preocuparse por su padre, que es amoroso y frágil y nunca ha estado realmente solo.
Ahora Cath tiene que decidir si está dispuesta a abrir su corazón a los nuevos amigos y a las nuevas experiencias, y se está dando cuenta de que hay mucho más que aprender sobre el amor de lo que nunca creyó posible.
Leí Fangirl cuando se publicó hace más de una década y, por algún motivo, recientemente he sentido la necesidad de volver a ella. Es una novela coming of age sencilla –maravillosa en su sencillez–, divertida y tierna sobre la familia y la relación entre hermanas, con una dulce historia de amor, y que, además, aborda temas como la salud mental.
La pluma de Rainbow Rowell es ágil, está llena de humor y ofrece unos diálogos espontáneos, reales y vibrantes. A través de ellos, conocemos mejor al peculiar pero casi siempre entrañable elenco de personajes, sin duda alguna uno de los puntos fuertes de la novela. Personalmente, me resulta muy sencillo empatizar con Cath: es su primer año de universidad y, por primera vez, ha abandonado su hogar para empezar una nueva etapa lejos de su padre, que tiene una salud mental un poco inestable; pero, sobre todo, una nueva etapa sin la compañía constante de su gemela Wren, con quien hasta ese momento lo compartía todo. Sin embargo, esta situación la obligará a salir del caparazón y a abrir su mundo, hacer nuevas amistades, tomar sus propias decisiones...
Fangirl es, además, un homenaje al mundo del fan fiction; es decir, los relatos que los fans crean a partir de una obra de ficción ya existente. Así, por ejemplo, Cath escribe fan fiction de Simon Snow, que es un claro guiño a Harry Potter. No solo eso, sino que a lo largo de la novela vamos encontrando fragmentos de los relatos que ella escribe.
Título: Fangirl
Autora: Rainbow Rowell
Editorial: Alfaguara
Traducción: Victoria Simó Perales
Páginas: 512
Edad recomendada: A partir de 14 años
Si buscáis una historia que os caliente el corazón y con la que pasar un agradable rato, os la recomiendo encarecidamente. Sin embargo, más allá de la historia y del éxito de la novela, que en su momento se convirtió en un bestseller del New York Times, creo que lo que también es interesante de este libro es, precisamente, todo lo que ha surgido después.
Para empezar, parece que Rainbow Rowell disfrutó tanto escribiendo los fragmentos de Simon Snow, la saga de libros de la que Cath es fan, que acabó publicando años después no solo una novela, sino toda una trilogía basada en esos personajes: Moriré besando a Simon Snow, Rebelde y Adonde el viento nos lleve.
Finalmente, en 2020 llegó a las librerías estadounidenses la adaptación de Fangirl en formato manga. Son cuatro tomos, de los cuales en España ya tenemos el primero, y el segundo llegará a librerías este 23 de octubre. ¡También muy recomendable!
Anna López es editora de literatura infantil y juvenil