Los edificios modernistas, góticos, renacentistas y barrocos de Tortosa albergarán, del 8 al 12 de octubre, instalaciones de arte efímeras, coincidiendo con la octava edición del certamen A Cel Obert.
«El festival permite dar a conocer el patrimonio, a la vez que vivirlo de otra manera, a través de cada una de las intervenciones artísticas, y que sirven para dinamizar el centro histórico de Tortosa», destacó ayer la alcaldesa de la ciudad, Meritxell Roigé, en la presentación del evento, que como novedad durará dos días más. Asimismo, a diferencia de otros años no se organizarán visitas guiadas y en su lugar, explicó la directora del certamen, Cristina Bestratén, «los visitantes encontrarán a la entrada de cada patio un código QR para escanear y, a modo de autoguía, poder seguir las explicaciones sobre cada una de las instalaciones y en referencia al valor arquitectónico de los espacios». Como cada edición, la organización ha escogido una temática como hilo conductor y este año es la curiosidad. «Cada equipo de arquitectos, diseñadores y artistas interpreta la curiosidad de una manera diferente», aseguró Cristina Bestratén, quien señaló que «el factor de descubrir y redescubrir está presente en todas las instalaciones, pero la materialidad, la manera de concebir las obras y de adaptarse a los espacios hace que cada propuesta interprete la curiosidad de una manera diferente a las demás».
Durante los cinco días que durará la acción artística, las instalaciones se exhibirán en los patios del Museu de Tortosa; el de la Escola d’Art de la Diputació de Tarragona en Tortosa; el Palau Episcopal; el claustro del edificio de la Immaculada, Espai Immart de la EMD de Jesús; y del Monestir de la Puríssima Concepció Victòria.
Asimismo, en el Passatge Franquet, el patio del Col·legi de Sant Jordi i Sant Domènec y el claustro renacentista del Col·legi de Sant Jaume i Sant Maties se mostrarán las tres obras seleccionadas entre las 92 propuestas recibidas durante la convocatoria de 2020 y que son: Vuit cascades, de Luis Albino; De cel a terra, de Álvaro Alcázar, Miquel Figueras y Lucia Huerta; y Gold Digger, de Nicola Baldassarre, Salvatore Dentamaro, Francesco Di Salvo y Ilyass Erraklaouy, respectivamente.
Por su parte, en el patio del Museu de Tortosa se podrá visitar Despuntant, una coautoría de la arquitecta tortosina Cristina Bestratén. «En la instalación han trabajado los alumnos de diez escuelas, como una forma de acercar al público joven la cultura y el arte», resaltó el concejal de Cultura, Enric Roig. Asimismo, en el patio de la Escola d’Art de la Diputació de Tarragona en Tortosa, los estudiantes del curso de Arquitectura Efímera de l’Escola d’Art de la Diputació en Reus instalarán una obra desarrollada desde el mismo centro, se trata de Inquietuds Z, de Helena Cortès y la Paula Roch, y que juega con la repetición de un elemento expositivo creado a partir de la ondulación de telas translúcidas.
En cambio, en el patio del Palau Episcopal se instalará Demiürg. «El arquitecto tortosino Berard Bertomeu, que forma parte del equipo CODA, junto con Pep Tornabell y Enrique Soriano, serán los artistas invitados de esta edición», explicó Enric Roig. Mientras, Estirant el fil, de Estel Jou y Ramon Heras, será la instalación que ocupará el claustro del edificio de la Immaculada, y que es el proyecto invitado a través de la iniciativa Transefímers de la Xarxa Transversal. Además, en el patio del Monestir de la Puríssima Concepció Victòria se podrá visitar Lucerna, de Manuel Bouzas y Santiago del Aguila, una intervención fruto del Transefímers MED, que también promueve la Xarxa Transversal y que estimula el intercambio entre artistas de Catalunya, Illes Balears y Occitània.
‘A Cel Cobert’
Por otro lado, en el marco de A Cel Cobert se estrenarán dos espacios y que, según explicó Cristina Bestratén, «son la sala noble del Col·legi d’Arquitectes de l’Ebre donde actuará la bailarina Verónica Hernández Royo y la sala del Polvorí del Parador de Tortosa que albergará un concierto de Ferran Palau».
