Al óleo, pastel, tinta, acuarela, carboncillo o lápiz. La exposición de artistas locales de Duesaigües (Baix Camp) vuelve a encumbrar la creatividad y el talento de once creadores y creadoras: Mª Àngels Garcia; Anna Llebaria; Montse Francisco; Jaume Cabré; Cristina Cervera; Carmina Mauri; Sara Jansen; Sònia Pérez; Martina Rius; Adrià Ciurana, y Francesc Mauri.
Así, hasta el próximo 18 de agosto se puede visitar la muestra pictórica colectiva en la Sala Petita del Ateneu, una iniciativa que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Duesaigües.
«La mayoría de artistas vivimos en el pueblo, a excepción de algunos que residen en Barcelona, pero que veranean en Duesaigües o tienen familia», explica Francesc Mauri, quien añade que «Duesaigües es una localidad de poco más de 200 habitantes, aunque en esta época la cifra aumenta, por lo que resulta curioso que seamos tantas las personas a quienes nos gusta el arte y sobre todo pintar». Así, él mismo destaca la vida y obra del acuarelista Bertomeu Llebaria (Barcelona, 1909 - Duesaigües 2019): «No sé si ha sido por la transmisión de su manera de pensar y hablar de la pintura, pero Bertomeu Llebaria sembró la semilla que ha fomentado la creatividad en Duesaigües», afirma Francesc Mauri.
Reflejo de la cotidianidad
En esta edición de la muestra pictórica colectiva, los autores y autoras de las 48 obras, que se exhiben en el Ateneu de Duesaigües, muestran su ingenio en lo que se refiere a las técnicas, la composición y los colores.
De este modo, la cotidianidad inspira la mayoría de obras de arte, desde paisajes hasta flores, pasando por animales. En cuanto a técnica, Francesc Mauri se ha decantado este año por el lápiz. «Empecé pintando al óleo cuya dificultad es la mezcla de colores, y en esta edición he decidido pasarme al lápiz, una técnica con la que me defiendo mucho mejor», detalla el artista amateur.
Así, ya tiene claro que en la próxima exposición colectiva «probaré con el pastel, aunque sin dejar de utilizar las otras técnicas». En esta misma línea, Francesc Mauri dice que se siente cómodo dibujando en blanco y negro porque «es un estilo que le da una vida diferente a las obras y que te permite expresar muchos matices».
En cuanto a su experiencia personal, Francesc Mauri explica que «me apunté al taller de pintura pensando en que sería un pasatiempo, y ahora me he aficionado muchísimo». Así, él mismo detalla que «acudo dos días por semana a clase, un día en Riudecanyes y otro en Vilanova d’Escornalbou». Por último, sobre los beneficios que le ha aportado la pintura a nivel personal, Francesc Mauri resalta que «contribuye a mejorar la agilidad mental, de tal manera que beneficia al cerebro, y mientras pintas tomas distancia y te olvidas de los problemas».