Los animales son mucho más sensibles que nosotros a los ruidos y a ciertos sonidos, por eso los petardos y los cohetes pueden provocarles situaciones de miedo, ansiedad y estrés. Ante una situación así, perros y gatos «tiemblan, están agitados, angustiosos, babean más de lo habitual, buscan donde esconderse, muestran comportamientos repetitivos, emiten más sonidos de lo habitual, taquipneas (jadeo), incluso pueden llegar a sufrir taquicardias, generándoles mucha ansiedad», explica la veterinaria Meritxell Yuste (Tarragona, 1984).
Lo mejor en estos casos es dejarles liberar esas emociones y darles el espacio que necesiten. Yuste aconseja «prepararles una zona segura donde el animal suele estar cómodo y esté lo más aislado posible del ruido de fuera», además de «bajar las persianas, poner la televisión o la radio con música clásica o relajante y dejarles cerca juguetes o cosas que le gusten». Hay muchos animales que necesitan refugiarse individualmente, pero otros, buscarán ayuda y apoyo en su manada, así que «si nos busca, tenemos que permitirle estar con nosotros, reconfortarlo y calmarlo».
El miedo es una sensación que da respuesta a un peligro que puede ser real o supuesto, presente, futuro o incluso, del pasado. Por eso, en la medida de lo posible, «es muy importante acostumbrarlos a todo cuando son pequeños, porque es el momento del imprinting, donde hay un breve periodo de tiempo (entre la tercera y octava semana de vida) en el que el cachorro inicia la exploración sensorial, interacción con el entorno y relación con sus congéneres y no tiene miedo a nada, incluso las experiencias negativas las olvidará rápidamente», asegura la veterinaria.
Pero si hemos adoptado al animal cuando no ha podido recibir ese aprendizaje o es más mayor y tiene esos miedos instaurados, se pueden seguir trabajando de forma paciente y con tiempo, jamás debe hacerse con prisas: «es bueno trabajar el miedo poco a poco pero, si justo ese día el animal aún no lo ha podido superar, una buena opción es irse fuera y, si no es posible, tomar las máximas medidas que hemos comentado anteriormente».
Y para situaciones extremas, en las que las prevenciones que hagamos no son suficientes para el animal, podríamos recurrir a la medicación, eso sí: jamás se debe dar ningún medicamento a ningún animal sin consultarlo previamente con el veterinario; es únicamente el especialista quien nos indicaría qué producto es más adecuado para cada uno. «Hoy en día existe un gran número de productos de origen natural que pueden ayudar a disminuir el estrés o ansiedad y que pueden ser de gran apoyo como prevención», argumenta Yuste, “pero se necesitan unos días para conseguir el efecto deseado”.
Últimamente, han salido al mercado nuevas opciones que se basan en sustancias químicas naturales y que podrían ayudar a los perros a disminuir el estrés, de la misma forma que hacemos con los gatos: utilizando las feromonas. Yuste explica que podrían ser beneficiosas en determinados casos, pero hay que hacerse de forma preventiva y con un periodo de antelación: «al ser un producto natural, tiene su proceso de adaptación, por eso es importante ponerlas un par de semanas antes del momento estresante, para que tenga tiempo de actuar». Eso sí, el seguimiento profesional es importante, porque «cada animal es diferente y puede que a una mascota le funcione y a otra no».
Tips para intentar gestionar el miedo de nuestras mascotas en Sant Joan
1. Tranquilízalo creándole una zona segura en casa e intenta reducir el ruido al máximo posible.
2. Intenta mantener la calma y permítele que se esconda si lo necesita.
3. Si te busca, acompáñalo e intenta reconfortarlo cariñosamente.
4. Sé paciente con él y respeta sus necesidades.
5. No le riñas por tener miedo y tampoco le fuerces.
6. Si salís a la calle, intenta que sea en horas tranquilas.
7. Si no es posible, que sea lejos de zonas donde se lancen petardos y cohetes.
8. En la calle, llévalo atado siempre para evitar que se escape, pueda perderse o sufra algún daño.
9. Intenta pasearle con arnés para que sea más cómodo para él y para poder controlarlo mejor sin hacerle daño.
10. En medidas extremas, consulta al veterinario si se puede considerar darle algún tipo de medicación natural, pero nunca le des nada sin la supervisión del especialista.
