Un instrumento impresionante que no se había visto nunca en Tarragona. Una forma diferente de ver y descubrir las exposiciones y el arte. La improvisación en el tejado como propuesta poco habitual. Y un concierto transcontinental con aires de jazz, funk y afrobeat. Todo esto para cerrar la primera mitad de la temporada 2023 en el CaixaFòrum Tarragona, o lo que es lo mismo, la temporada académica.
Ayer el aula Rambla del CaixaFòrum de Tarragona fue testigo especial de una clase excepcional. Veinticuatro personas se convirtieron en los primeros alumnos tarraconenses en aprender el gamelan, un antiguo instrumento indonesio de la isla de Bali parecido a un xilófono y bajo las órdenes de Jordi Casadevall. «No se puede tocar como un xilófono porque sonará mal», avisaba el director a los flamantes músicos.
Con tan sólo media hora fue fácil comprobar que para tocar correctamente el gamelan se necesita mucha coordinación y años de experiencia.
Los participantes y el público, sin embargo, pareció pasárselo bien descubriendo los sonidos especiales de este instrumento balinés, cuyo secreto está en el ‘kotekan’, que significa, literalmente, ‘entrelazar’.
«No ha sido difícil, sólo que teníamos que hacer coincidir las cuatro manos», explicaban Noel y Gerard, amigos, a la salida, sorprendidos por la novedad del instrumento, que viene directamente del Museu de la Música de Barcelona. Xènia, la madre de uno de ellos y habitual del CaixaFòrum, valoraba muy bien la tarde de propuestas y talleres «para aprender alguna cosa».
Y es que decenas de personas pasaron ayer por las actividades ofrecidas por el CaixaFòrum Tarragona para cerrar la primera parte de la temporada. Primero con una propuesta diferente para aprender a disfrutar de las exposiciones de otra manera.
‘Fun place’ consistía en una intervención sonora en la exposición ‘Cartells de la vida moderna’ que invitaba a los participantes a mirar las piezas expuestas con otros ojos y otros oídos. A fundirse con ellas, bailando con la música y en grupo.
El grupo Impro Barcelona trajo a Tarragona el humor y los nervios propios de una escena sin guión, sin escenografía y sin vergüenza. Con la ayuda del público, que les lanzaba palabras aleatorias, los actores trazaron un espectáculo de improvisación que se ganó el aplauso y las carcajadas de los asistentes.
«Han demostrado tener tablas y recursos», explicaban Alexei, Laia y Pilar, al salir. Para ellos era la primera vez, y también habían probado el nuevo formato de la exposición sonora. «Nos ha parecido una propuesta muy curiosa porque implicaba al grupo», decía la familia, que se había reunido expresamente para asistir a las propuestas del CaixaFòrum.
Ahora, el CaixaFòrum estará abierto todo el julio con la exposición de los carteles, cerrará en agosto y volverá a abrir en septiembre con propuestas y actividades renovadas.
