Desde muy temprana edad, la tarraconense Cristina López Gómez se interesó por la música. Recibió clases de piano y solfeo. Más tarde serán la voz y la producción musical los campos en los que se profesionalizará, especializándose en cante flamenco y música experimental, urbana y electrónica. Es una artista polifacética que combina la pedagogía (ESMUC, Taller de Músics) con su parte más creativa como cantaora, compositora, productora musical e investigadora.
Así, afronta la dirección musical del concierto Barcelona Mestissa que se estrena mañana, 22 de julio, en el Teatre Grec de Barcelona (22 h), bajo la dirección de Pol Segarra Carré y Xavi Buxeda Marcet. Encima del escenario confluirá la energía artística de Alizzz y Maria Arnal, Queralt Lahoz, Momi Maiga, Macaco, Nakany Kante, Kiki Morente, El Niño de Elche, Anna Ferrer y Las Ninyas del Corro.
¿Qué ha querido aportar al concierto ‘Barcelona Mestissa’?
Por mi manera de sentir y crear música, desde el primer momento tuve claro que lo importante era que todos lenguajes musicales convivieran al mismo tiempo. Así, en todo el proceso creativo, hemos recurrido a la más clásica teoría musical, con partituras, hasta la tradición oral, ya que yo vengo del flamenco y del folklore. En este sentido, el hecho de tener formación de cante flamenco, por un lado, y de haber compartido enseñanzas con músicos de jazz, moderno y música antigua y clásica, por otro, me permite tener una visión de 360 grados a la hora de crear y comunicarme con diferentes tipos de músicos y artistas.
Esta variedad se ve reflejada en los intérpretes invitados.
Sí. Hay perfiles muy diferentes. Barcelona Mestissa unirá muchas culturas y formas de expresión, aunque todos hablamos un solo lenguaje, el de la música, lo que resulta maravilloso.
«Por un lado, en mi carrera he profundizado mucho en la música tradicional y, por otro, me interesan las nuevas tecnologías, la música experimental, la improvisación, la electrónica...»
El espectáculo fluctúa entre lo tradicional y lo contemporáneo.
El abrazo entre lo tradicional y lo contemporáneo es uno de los aspectos más importantes para mí. Por un lado, en mi carrera he profundizado mucho en la música tradicional y, por otro, me interesan las nuevas tecnologías, la música experimental, la improvisación, la electrónica... Todo ello me permite unir, en este tipo de conciertos, mis dos universos, es decir, mi formación como música y como ingeniera.
A nivel logístico no es fácil.
Debía pensar una manera de desarrollar el proceso creativo sin contar con los 22 músicos y artistas que mañana estaremos en escena. Era imposible hacer que vinieran a la mayoría de los ensayos todos los artistas, sobre todo los que tienen agendas más apretadas. Entonces, hemos podido cuadrar un ensayo con cada uno y una, y otro general. Ha sido una experiencia nueva, ya que siempre he trabajado de manera más presencial y continua.
En conjunto, ¿cómo contribuyen los y las artistas a ampliar la panorámica del mestizaje musical de Barcelona?
Somos 10 músicos los que acompañamos a todos los y las artistas, que tanto interpretarán arreglos de diferentes de temas que ya han publicado, así como otros que próximamente verán la luz y otros nuevos creados para la ocasión. Entonces, hemos compartido momentos de gran escucha y vulnerabilidad, ya que lo que ocurrirá mañana será único y especial.
«En todo el proceso creativo, hemos recurrido a la más clásica teoría musical, con partituras, hasta la tradición oral, ya que yo vengo del flamenco»
El flamenco ocupa un lugar privilegiado en su vida.
Mi padre toca la guitarra flamenca y mis abuelos son del sur. Es una música que ha sido la banda sonora de mi vida y siempre me ha emocionado mucho. Conecté muy rápido con el flamenco porque me permitía expresarme de una manera cómoda. Además, tiene una intensidad que va con mi personalidad y es un canal de comunicación muy coherente con mi manera de sentir y de ver la vida.
Ha colaborado con artistas de renombre como Chiqui de la Línea, Albert Pla, Silvia Pérez Cruz o Mayte Martín.
Por ejemplo, Chiqui de la Línea o Mayte Martín son dos personas que le han puesto mucha conciencia y han reflexionado sobre qué es el flamenco, qué han aprendido, cómo han evolucionado... Son artistas que me han transmitido y aportado herramientas para que evolucionase como artista, ya que en el flamenco es bastante nuevo en cuanto a tomar esta conciencia y pensar qué es lo que estoy haciendo, cómo he llegado hasta aquí, cómo puedo llegar a hacer algo que aún no sé, qué son los palos, qué significa cantar bien por soleá...
«La investigación siempre estará en mi vida porque va ligada a la curiosidad, y cada día tengo curiosidad por descubrir algo diferente en el arte»
Se ha involucrado en varios proyectos de investigación.
Para mí, la investigación es infinita, es decir, siempre estará en mi vida porque va ligada a la curiosidad, y cada día tengo curiosidad por descubrir algo diferente en el arte que es lo que más me llama la atención. Entonces, busco el equilibrio entre el trabajo de la técnica vocal -con el apoyo de foniatras- y el propio de la producción musical, la electrónica, la ingeniería, etc. En cualquier caso, he aprendido a escucharme, es decir, a saber qué es lo que me sienta bien y me apetece hacer en cada momento y qué me piden el cuerpo y el alma.
«He aprendido a escucharme, a saber qué me sienta bien y me apetece hacer, y qué me piden el cuerpo y el alma»
¿Uno de los caballos de batalla sigue siendo acercarse a nuevos públicos?
Sí. Por ejemplo, en el concierto disfrutaremos de Kiki Morente y El Niño de Elche de maneras diferentes, pero en las que las nuevas tecnologías entrarán en diálogo con el flamenco tradicional. Por suerte, el flamenco está muy vivo y existen proyectos musicales que se basan en él, así como muchos festivales a nivel nacional e internacional que son un escaparate de toda su riqueza.