Tiene 21 años y su paso por el popular talent show de TV3 Eufòria ha causado admiración. La voz de Constantí, Alèxia Pascual, ha vivido una semana distinta, de nervios a flor de piel, aunque con la sensación del objetivo cumplido. O más bien del sueño realizado. «Para mí, estar en la final es un premio soñado», reflexiona a sólo horas de volverse a subir al escenario del popular programa y optar a la victoria definitiva.
La gala final de Eufòria la completan tres aspirantes femeninas. Además de Alèxia, se han ganado ese privilegio Jimena Gómez y Carla Miralda. Cada una interpretará dos canciones. Alèxia dedicará su talento a Vestida de Nit, de Sílvia Pérez Cruz. El segundo tema no ha trascendido porque la organización prefiere guardarse ese factor sorpresa.
Para la elección, todo depende del voto popular, el jurado contará con un papel testimonial. En la primera ronda, se eliminará a una de las tres concursantes y en la segunda se escogerá a la ganadora definitiva de esta edición de 2023. Pascual pretende emular a la vallense Mariona Escoda, que inauguró el palmarés de Eufòria en 2022.
«Mis compañeros me han servido de inspiración, he aprendido mucho de ellos», confiesa la artista justo antes de enfrentarse a este último reto. Lo hace, eso sí, sin la presión de las anteriores noches. «Estoy liberada, con un poco de nervios, pero quiero disfrutar mucho de esta última gala», reflexiona.
Quizás, la gestión del miedo escénico se ha convertido en uno de los grandes aprendizajes que ha vivido Alèxia durante su paso por el concurso. «El hecho de exponerte constantemente te provoca una tensión que necesitas controlar. Eufòria también me ha servido para esto», declara.
Querida por el público
El cariño del público hacia la voz de Constantí no admite sospechas. Hasta el punto que, en la semifinal, la votación popular premió su talento escénico y la clasificó de forma directa para la última gala. Se transformó en la única concursante que accedió a la final mediante ese factor siempre sorprendente que ofrece la audiencia.
«No creo que tenga especial ventaja con respecto al voto popular. Lo que distingue a Eufòria es que cada evento se prevé distinto y hay factores sorpresa que nunca esperas», confiesa la protagonista.
En el plató de TV3, Pascual recibirá el apoyó de sus dos hermanos y de su madre. El padre se quedará en Constantí para vivir la noche junto al resto de habitantes que se den cita en la Plaça de l’Església, donde se va a instalar una pantalla gigante.
«El cariño que he recibido de la gente de Constantí desde que entré en el casting ha sido increíble. Saber que van a estar ahí cerca mío pase lo que pase, me da mucha tranquilidad», argumenta la artista en relación a todo el entusiasmo que percibe desde casa.
Alèxia forma parte de una familia muy ligada a la enseñanza. Su madre, Marga, se ha dedicado a la educación infantil, hasta el punto que ha contado con una guardería durante más de 20 años. Genís, por su parte, también labora como maestro, mientras que Lluís Maria, el padre, ha trabajado en una química, aunque ya se encuentra en edad de pre-jubilado. Su otro hermano, Isaac no ha dejado de acompañarla en todo el proceso artístico que ha exigido un programa como Eufòria.
Las galas se han visto en comunidad gracias a las cenas que cada viernes se han organizado en el Casal de Constantí. Allí se han mezclado sentimientos de emoción y de esperanza. Todo ello se trasladará a la Plaça de l’Església esta noche.
Pascual desea enfocar su labor hacia los teatros musicales y «el paso por Eufòria creo que me puede abrir puertas, porque me ha dado mucha visibilidad. Lo noto en la calle», finaliza. A la de Constantí le queda una noche para coronar un programa que ahora mismo ocupa la pole position en la parrilla catalana.