Atrapar la atención de un bebé en una platea, mantenerlo atento y con los ojos abiertos como platos no es tarea fácil. «Es el público más difícil que hay», dice la actriz Mei Samarra. Llevarles al teatro es la manera de ponerlos en contacto con esta expresión artística, al mismo tiempo que estimulan sus sentidos a través de colores, sonidos y texturas.
En Tarragona, la oferta no es profusa, pero existe. Una de las compañías que se dirige a bebés, de seis meses a cinco años, es Aboon Teatre, formada hace más de una década por la tarraconense Mei Samarra y el vasco Eduardo Telletxea. Ambos artistas regresaron el mes pasado de su gira de un mes por los Balcanes, por Serbia, Croacia y Eslovenia, con dos galardones que han premiado Baby Esferic como mejor espectáculo.
La representación es un homenaje a la Tierra. Una esfera blanca es la protagonista, que se va transformando en diferentes paisajes y simpáticos animales: medusas que sumergen al espectador en el fondo del mar, una tortuga milenaria que muestra el ciclo de la vida o un muñeco de nieve en el Ártico. Minimalista y con sentido del humor, pretende despertar en el adulto la gratitud de vivir en este planeta. Baby Esferic sedujo a los Balcanes, en el Festival InPut de Croacia y en el Golden Sparkle de Serbia.
«No utilizamos texto. Es poesía visual. Explicamos una historia, trabajamos el teatro de objetos, que son simbólicos con los que el espectador, sea niño o adulto, puede proyectar lo que tiene interiormente e imaginar, todo con un lenguaje muy cuidado», cuenta Samarra. Para captar la atención, sobre todo, adaptan el ritmo al de los pequeños. «Los adultos vivimos en un mundo frenético que para ellos representan demasiados estímulos. Nosotros ofrecemos un espacio ajustado a su ritmo. Ellos son nuestro público, pero somos conscientes de que vienen con la familia y el feedback es de tranquilidad. Es decir, nos destacan que sus hijos han podido estar concentrados durante treinta minutos».
El proceso de creación es largo e intenso. «Es mucho más difícil de crearlo que una representación para adultos con todas las dificultades que también conlleva. Nosotros partimos de cero, no tenemos nada, la dramaturgia es toda nuestra», defiende Samarra. Tras los galardones, han comenzado a abrirse otras puertas para Aboon Teatre. Dice el refrán que Nadie es profeta en su tierra, dicho al que pretenden darle la vuelta y trabajar en el territorio en programación regular. Para Samarra la diferencia es que mientras que aquí «la cultura es entretenimiento, en otros lugares es educación. Para mí la cultura forma el carácter, la sensibilidad, forma seres humanos».
