En 1955, en la zona agrícola conocida como Els Prats d’Albinyana i de Ponç se descubrió un mosaico de 28 metros cuadrados que dejó asombrados a los arqueólogos y voluntarios que estaban bajo las órdenes de José Sánchez Real. Cinco años más tarde aquel teroso romano se extraería de este terreno y se trasladaría a su actual sede: el Museu Nacional Arqueològic de Tarragona (MNAT) y se rebautizaría como Mosaic dels Peixos fechado en el siglo III después de Cristo.
El descubrimiento del mosaico fue un paso más dentro de las excavaciones que empezaron en la segunda mitad del siglo XIX de la mano de Buenaventura Hernández Sanahuja y que en 2005 tuvieron el último capítulo, dejando este yacimiento protegido, pero sin más afán de descubrir qué había sido aquel asentamiento durante la época romana.
Este año, y probablemente en el último trimestre, el Port de Tarragona tiene previsto licitar una actuación de desbroce y de consolidación de las excavaciones del pasado para plantearse, a continuación, cómo realzar el valor histórico del yacimiento y programar nuevas excavaciones en el futuro.
Desbroce
El Port tiene reservada una partida de 100.000 euros para ejecutar unos trabajos que van de la mano del Departament de Cultura de la Generalitat. Se trata, en primer lugar, de un desbroce de todo el ámbito arqueológico, que se encuentra en el espacio natural protegido conocido como Xarxa Natura 2000 y que el topónimo local es Els Prats d’Albinyana. Delimita xon la zona de actividades logísticas (ZAL).
Además de desbrozar, el proyecto del Port contempla volver a excavar las zonas ya descubiertas en el pasado y comprobar su estado de ‘salud’ para poder planificar en años venideros campañas arqueológicas en la zona y descubrir más fragmentos de este asentamiento romano. Cabe recordar que con la construcción del pantalán hubo más descubrimientos, algunos destruidos durante las obras.
La apuesta del Port de Tarragona, de la mano del Ayuntamiento de Vila-seca y con el respaldo y asesoramiento de la Generalitat, pretende realzar el valor histórico del yacimiento y trabajar de forma continuada para poder definir qué era exactamente esta construcción romana.
El presidente del Port de Tarragona, Josep Maria Cruset, explica que «el yacimiento nos refleja una forma de vida en armonía con el entorno. Su recuperación, restauración e interpretación también forma parte del equilibrio entre el progreso económico y respeto por el entorno del proyecto que se configurará en su entorno (competitividad del Port y sostenibilidad en La Pineda)».
Cruset habla de que la preservación del yacimiento se incluye en un conjunto de proyectos que solicitan fondos europeos bahjo el nombre de Cal·lípolis Next Generation. La parte sostenible y de desarrollo económico de este lugar (Port y La Pineda) incluye la protección y el estudio del yacimiento romano. «Tal y como ha hecho siempre el Port, pondremos especial interés en proteger y recuperar el patrimonio cultural que se encuentra dentro de nuestros dominios», concluye.
El yacimiento romano de La Pineda tendrá un centro de interpretación que a fecha de hoy todavía está por definir qué tipo de estructura será (edificio, recorrido señalizado...).
¿Qué fue Cal·lípolis?
Dentro de esta reactivación de las excavaciones y puesta en valor de la zona, una de las líneas de investigación será acotar qué pudo ser este asentamiento. Se habla de villa romana, de una ciudad a orillas del mar o simplemente una extensión de Tarraco puesto que el significado de Cal·lípolis es (ciudad bella). El descubrimiento del mosaico dio pie a reforzar las teorías de una villa importante, más allá de las reflexiones de si en aquel emplazamiento hubo una ciudad tal y como se desprendía de algunos textos históricos.
