La obra está ubicada en un lugar privilegiado de la zona del Turó Park de Barcelona, en Sarrià-Sant Gervasi. En un estanque. En la avenida Pau Casals, donde también hay otra escultura dedicada al violoncelista, obra de Josep Viladomat que data de 1940 y de la que hay una copia en El Vendrell.
La gran obra de Apel·les Fenosa dedicada a Casals se pensó para ir a la plaza Nova de El Vendrell. Sin embargo el coste que tuvo impidió que la majestuosa pieza, de 7 metros de alto, acabase en la localidad natal del violoncelista y donde el escultor tenía su casa de verano y taller.
La iniciativa de que Fenosa dedicase una obra a Casals surgió de la Associació Pau Casals en 1975. La entidad planteó al escultor la obra y Fenosa se implicó. Entonces tenía 77 años, pero le fascinó ese homenaje.
Una teja
Fenosa no tenía claro cómo realizaría la obra. La inspiración le llegó al ver una de las tejas de la casa del Portal del Pardo de El Vendrell, donde pasaba los veranos. Una teja colocada en vertical daría pie a una obra monumental como una alegoría a la música.
Fenosa quizá pensó en algo más grande de la intención inicial de la asociación. Pero se lanzó a ello. Haría la obra para ubicarla en la plaza Nova.
Renunció a sus honorarios y sólo pidió que se pagase al asistente y el fundido de la forja en bronce que se hizo en la Fundició Ramon Vilà de Valls. La asociación alquiló una nave junto a la riera de La Bisbal y allí la obra fue tomando forma en barro. Con sus ángeles tocando instrumentos.
Visitas
A medida que avanzaba, la asociación asumió que no habría dinero para costearla. El escultor Fenosa hizo una serie de pequeñas piezas y dibujos para venderlas. Los trabajos tuvieron gran repercusión y fueron muchos quienes acudían al taller de artista. Entre ellos el que fuera president de la Generalitat Josep Tarradellas.
A los tres años se puso fin al proyecto. Incluso se llegó a desmontar lo hecho. Fenosa y Nicole, su compañera e inspiración, lamentaron tener que abandonar aquella idea. La intentaron salvar. Nicole Fenosa acordó con el que era alcalde de Barcelona, que la obra se acabaría. El Ayuntamiento de la capital pagaría los honorarios y la forja. Pero la obra debería ir a a la capital catalana.
El poema
Fenosa habló con Salvador Espriu para que dedicase un poema a Casals que quedaría plasmado en un monumento, que además de la música y la escultura fusionaría la literatura.
Miquel Garcia, director de la Fundació Fenosa señala que la localidad perdió esa obra, pero se ganó que en Barcelona haya un recuerdo unido de Fenosa y de Casals. También destaca la implicación con la que el escultor se empleó con la obra pese a su edad y sus grandes dimensiones.
El conjunto de la avenida Pau Casals fue un proyecto de los arquitectos Miquel Espinet, Antoni Ubach y Ramon Maria Puig Andreu. La idea de una memoria a Casals surgió con la llegada de la democracia. El alcalde, José María Socías, devolvió el nombre de Pau Casals a la avenida que se le dedicó en 1934 ya que durante la dictadura franquista tuvo el nombre del General Goded.
Habría dos obras, una nueva, de Fenosa, y otra de 1940 de Viladomat. Fue inaugurado en 1982 con la presencia de los artistas y la viuda y el hermano de Casals.