La zona de la plaza del Mil·lenari en el paseo marítimo de Calafell es uno de los puntos críticos del litoral del municipio por la erosión y la pérdida de arena.
En los últimos días se ha realizado una aportación de sedimento procedente de la zona de levante (lado Barcelona) del puerto de Segur de Calafell que permite ganar algo de arenal.
Pero los especialistas en gestión litoral señalan que verter arena en este punto es literalmente tirarla al mar. Apuntan que lo que debe eliminarse es la plaza que se construyó sin ningún criterio.
Frena el traspaso de arena
Además de comer playa, la plaza sin ningún uso más allá de unos aparatos de gimnasia, además de adentrarse en la arena, impide el traspaso de sedimento afectando a sus entornos.
La situación de falta de arena provoca quejas de usuarios de las playa y suponen una presión para realizar unos trabajos que tienen una fecha de caducidad rápida.
El Ayuntamiento ha pedido la deconstrucción y el Ministerio de Transición Ecológica está de acuerdo incluso en financiar la obra, pero de momento no se ha realizado y deben realizarse aportaciones de arena.
Resituar
El experto en dinámica litoral y autor de los planes de gestión de zonas costeras, Francesc Roig señala que Calafell puede obtener arena de la zona del puerto y que las mareas la resituarán por el litoral, pero lamenta que la cantidad que ahora se vierte en la plaza del Mil·lenari, podría servir para solucionar la erosión en otros puntos.
A la espera de la gran llegada de visitantes a las playas, se espera un verano tenso por la falta de arena y la delimitación de espacios de renaturalización creados para retener sedimentos y asentar las playas para hacerlas más resistentes a los temporales.
Pero esos tramos de playa delimitados para intentar preservar los arenales son criticados por bañistas que consideran que quitan espacio para extender las toallas. De hecho hay quienes desoyendo todos los argumentos, entran en la zona delimitada para colocar sillas y sombrillas.
Sin espigones
También ha comenzado a verterse arena en un tramo de playa próximo a la riera que también está muy afectada por la erosión. La aportación debe servir para afrontar necesidades puntuales ya que los expertos apuestan por la naturalización con la plantación de vegetación para asentar playas y hacerlas más resistentes a los temporales.
Descartan acciones duras como la colocar espigones emergidos y sumergidos ya que tienen un fuerte impacto en al dinámica litoral. Sobre los sumergidos destacan que además de afectar a la dinámica y que ante un aumento de la altura del mar serían aún más inútiles.