El pasado miércoles se quedó atrapado en el ascensor que debe salvar las escaleras del paso bajó la vía del tren en la calle Sant Pere de Calafell. «Ya dije al Ayuntamiento que hiciesen una rampa porque así puede subir todo el mundo. Con un ascensor si se estropea no sube nadie».
Miguel Angel Bejarano necesita la silla de ruedas desde 2006 tras un accidente laboral que le dejó una discapacidad del 96%. «Quienes hacen los planes de movilidad no les gustaría encontrarse en la situación de personas con movilidad muy reducida».
Pudo salir del ascensor porque un ciudadano picó para abrir las puertas. «No puedo pulsar ya que no me funcionan las manos y no tengo movilidad suficiente para picar a los botones».
El vídeo del ascensor:
En otro de los vídeos Bejarano recorre una de las principales calles de la urbanización de Mas Romeu. No puede ir por ellas con su silla por el mal estado que presentan y porque no hay rampas para acceder. También en muchas ocasiones hay coches aparcados que impiden cualquier movilidad por ellas. Por ello debe ir con su silla por la calzada. «Y es una calle en la que hay mucho tránsito».
«He pedido al alcalde que se arreglen por lo menos las aceras principales, pero no se ha hecho nada. La primera instancia la puse en 2017. Pero el Ayuntamiento prefiere destinar 300.000 euros para iluminar el castillo que facilitar la movilidad a las sillas de ruedas».
Por las calles de Mas Romeu:
'Lo publicaré todo'
Avisa que «a partir de ahora ya que hacen caso omiso a las instancias y a las quejas lo publicaré todo por si tengo algún accidente que quede constancia de que se les ha avisado por activa y por pasiva».
El vecino de Calafell también impulsó una campaña para recoger firmas y pedir que en el municipio haya una residencia preparada para atender a grandes discapacitados.
El camino a la playa:
En toda la demarcación sólo hay una residencia con equipos y personal para cubrir estas necesidades asistenciales. Bejarano lamenta la falta de plazas en Catalunya para los grandes discapacitados.
«Somos muchos los chicos y chicas con grandes discapacidades que no tenemos un lugar en el cual nos puedan cuidar y podamos hacer una vida digna». Dice que la nueva residencia podría estar vinculada al Institut Gutman o a la residencia Sant Salvador de Tarragona. El vecino de Calafell, vive ahora con sus padres. Pero el joven piensa en qué pasará cuando ya no tengan fuerzas.