El skyline de Torredembarra volverá a cambiar, si todo marcha sobre lo previsto, a lo largo de este 2023, cuando el monumento Alfa i Omega vuelva a alzarse sobre el Bloc del litoral torrense. Esta es, al menos, la intención del Ayuntamiento, siempre y cuando el coste de construcción de la estructura, que recordemos que asciende a 153.500 euros, se incluya de inicio en el presupuesto municipal de 2023.
Por ahora, los trabajos para recuperar el monumento van viento en popa. En este sentido el pasado 14 de octubre el Consistorio contrató la redacción del proyecto ejecutivo a la empresa Centro de Proyectos de Infraestructura, Planeamiento, Servicios y Activididades S.L (CEDIPSA S.L) por un importe de 7.260 euros (IVA incluido). Según fuentes del Ayuntamiento, el documento debe estar listo «en un máximo de 3 semanas». A partir de aquí, «ajustaremos el coste total de construcción según los precios del metal en el mercado, y lo incluiremos en los presupuestos del 2023». En este sentido, el alcalde Torredembarra, Eduard Rovira, ha asegurado que «con el proyecto ejecutivo cerrado, miraremos como financiarlo y ejecutarlo».
Eduard Rovira: «Con el proyecto ejecutivo cerrado, ahora miraremos cómo financiarlo y ejecutarlo»
En cuanto a los plazos de construcción e instalación del monumento, Rovira se ha limitado a apuntar que «tenemos previsto un proyecto de instalación», pero su ejecución dependerá «de la época del año en la que estemos en la que el clima y el estado del mar permitan colocar la estructura» y, además, de que haya «suficiente disponiblidad de la maquinaria específica que se necesita».
Una obra de 1999
El Alfa i Omegra presidió el Bloc de Torredembarra desde 1999 y hasta el 2018, año en que se desmontó debido a su deterioramient. La obra, creada por el artista Rafael Bartolozzi, se instaló con motivo del encuentro de alcaldes de los Països Catalans para conmemorar los 20 años de los ayuntamientos democráticos.
La escultura Alfa i Omega que se alzará sobre el Bloc es una réplica de la original, aunque con pequeñas variaciones «en cuantro a los materiales», según especifica el alcalde torrense. En este sentido, la nueva escultura estará «externamente más protegida para evitar la erosión y el deterioro que sufrió la original».
Más allá de este detalle, se trata de una estructura metálica de 12 metros de altura y 6.900 kg de peso aproximado. Para fabricarla se utilizarán chapas de acero al carbono de 15 o 20 milímetros de grosor y se protegerá con dos capas de epoxio y una de poliuretano, materialesque se usan especialmente en la construcción de estructuras sometidas a oleaje.
Rovira: «La instalación dependerá de que el clima y el estado del mar nos permitan colocar la escultura»
En cuanto al coste de construcción e instalación previsto incialmente - y a la espera de conocer los precios actuales de los materisales-, éste incluye 85.000 euros para material en sí, otros 1.500 para carga y descarga, 2.000 más de transporte especial, 40.000 euros de instalación, 10.000 para refuerzo de anclaje, y otros 15.000 destinados al proyecto de instalación.