Torredembarra lo tiene todo a punto para arrancar, en breve, con las obras de peatonalización de la calle Girona, un proyecto que a priori debía estar ejecutado antes de que finalizara el año pero que hasta ahora no ha salido a licitación. Las empresas interesadas pueden presentar sus ofertas hasta el próximo 11 de diciembre y, a partir de entonces, se abrirá el proceso de adjudicación para poder arrancar con las obras.
El presupuesto estimado de ejecución de los trabajos alcanza los 208.795,20 euros (IVA incluido). De éstos, el Diari ya avanzó, en enero del año pasado, que 150.000 provendrán de fondos de la Generalitat, gracias a la línea de subvenciones para promover una movilidad más segura y sostenible en el ámbito urbano, a través del Servei Català de Trànsit. El resto de la financiación de las obras, 58.795 euros se asumirá, según explicó el alcalde de Torredembarra, Eduard Rovira, a través de un crédito bancario.
Las obras proyectadas
El objetivo del proyecto es el de unificar la plaza Catalunya con el paseo Miramar y, posteriormente, las calles Lleida y Pere Badia. Para ello se reducirá el espacio destinado a vehículos de motor, disminuyendo el ancho de la calzada de los 12 metros actuales, a 5,50 metros, de los cuales 3,50 se destinarán al tráfico rodado y otros 2, a aparcamientos.
En este caso, la superficie de actuación comprenderá un total de 895,55 m2, de los cuáles 38,9 afectan al enlace final de la calle con el paseo Miramar. Además, puntualizar que el total del espacio comprende los 71 metros de largo del vial, por los 12 de ancho de los que dispone.
Por otra parte, puntualizar que actualmente, las aceras son estrechas y tiene zona de aparcamiento al lado de cada una de ellas. El proyecto básico ejecutivo de las obras –cuya redacción fue a cargo del arquitecto Mercadé Arquitectura SLP–, tiene en cuenta la presencia de los edificios anejos a la propia calle, los cuáles cuentan con bajos y aparcamiento privados que, garantiza, «se deberán respetar».
Además, según prevé el documento, se sustituirá la red actual de alcantarillado unitaria destinada al saneamiento residual y saneamiento pluvial, por una nueva canalización para las aguas pluviales, y se soterrará una línea de baja tensión que a día de hoy queda a la vista.
En cuanto a los espacios verdes, destacar que actualmente la calle Girona carece de árboles, algo que cambiará tras pero tras la ejecución del proyecto, que prevé plantar la especie Eugenia Myrtifolia a ambos lados de la calzada.
Finalmente, en lo referente al mobiliario, el proyecto básico ejecutivo de las obras contempla la instalación de res bancos, cuatro sillas individuales, seis papeleras y seis ceniceros de pie.
El turno de la calle Lleida
La peatonalización de la calle Girona no culminará con el proyecto de urbanización del centro de Torredembarra en unión con el paseo Miramar. Así una vez ejecutadas las obras en este vial, quedará pendiente peatonalizar la calle Lleida, el otro eje de acceso a la plaza Catalunya. Sin embargo, según ya avanzó el alcalde del municipio, esto se hará más adelante, «para evitar continuos cortes de tráfico y de acceso a los viales de toda esa zona».
El primer paso: la plaza Catalunya
La peatonalización del eje del centro urbano que lo une con el paseo Miramar arrancó con las obras, en octubre del 2022, de la plaza Catalunya, unos trabajos que se alargaron hasta Semana Santa del año pasado. La remodelación de este espacio tuvo un coste de 480.518, 99 euros –de los cuáles 380.396,66 provinieron del Pla d’Acció Municipal (PAM) de la Diputació de Tarragona– y afectaron a una superficie de 2.311,10 m2.
Tras su urbanización, la plaza Catalunya se convirtió en un espacio con una gran zona verde y protegida del tráfico, lo que debe continuar siendo así con las calles Girona, Lleida y Pere Badia. Además, en la parte central se instaló un escenario cubierto con una pérgola.
La peatonalización del eje del centro urbano que lo une con el paseo Miramar arrancó con las obras, en octubre del 2022, de la plaza Catalunya, unos trabajos que se alargaron hasta Semana Santa del año pasado. La remodelación de este espacio tuvo un coste de 480.518, 99 euros –de los cuáles 380.396,66 provinieron del Pla d’Acció Municipal (PAM) de la Diputació de Tarragona– y afectaron a una superficie de 2.311,10 m2.
Tras su urbanización, la plaza Catalunya se convirtió en un espacio con una gran zona verde y protegida del tráfico, lo que debe continuar siendo así con las calles Girona, Lleida y Pere Badia. Además, en la parte central se instaló un escenario cubierto con una pérgola.
