Salou protege su yacimiento íbero

La Cella, el poblado protohistórico, podrá ser inscrito como parte del Catàleg de Patrimoni Cultural Català

27 febrero 2020 13:50 | Actualizado a 02 marzo 2020 13:48
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El pleno del Ayuntamiento de Salou dio el miércoles, por unanimidad, luz verde a la declaración del yacimiento arqueológico de La Cella (área de La Punta de la Cella, en Cap Salou) como Bé Cultural d’Interès Local para luego ser inscrito en el Catàleg del Patrimoni Cultural Català.

¿Qué representa estar incluido  en esa categoría de Bé Cultural d’Interès Local (BCIL)? Se trata de una categoría de protección  del patrimonio cultural catalán, pero que a pesar de su importancia no cumple las condiciones propias de los Béns Culturals d’Interès Nacional (BCIN). Las declaracioes de los Bens Culturals d’Interès Local las hacen siempre los plenos de los ayuntamientos para que luego sea el Departament de Cultura de la Generalitat el que se encargue de inscribirlos en el Catàleg de Patrimoni Cultural Català.

Fue en diciembre de 2018 cuando el Ayuntamiento de Salou inició una intervención en el yacimiento protohistórico de La Cella para consolidar una parte del muro de una fachada ubicada en el sector noreste que se ha visto afectado por unas lluvias.

Aquellos trabajos se enmarcaron en una actuación de emergencia debido a los desperfectos ocasionados por las precipitaciones en algunos de los paramentos de dicho sector, que provocaron entonces desprendimientos de piedras y puesto en peligro el estado de conservación del resto de la estructura.

La actuación del consistorio sobre la consolidación y adecuación  en todo ese sector noreste afectó  a todos los muros y estructuras vistas, así como en los diversos hogares de barro, que ya se tuvieron que especialmente entonces.

Compendio de civilizaciones

Los primeros trabajos arqueológicos se iniciaron realmente en 2010 y se vienen repitiendo desde entonces de manera anual con campañas de entre 3 y 6 meses. Estas excavaciones de Salou han servido para poner al descubierto el poblado, el más destacado del Tarragonès, que data del 400 AC. Se trata de un yacimiento que fue ocupado hasta el 250 AC, aproximadamente, en el siglo II AC, cuando se abandona pacíficamente.

Los investigadores sostienen que el enclave corresponde a una ciudad de época ibérica donde convivió una comunidad mixta conformada por cartagineses, iberos y griegos. El abandono se produjo de forma pacífica, sin que se haya documentado el motivo. Sin embargo, se especula con epidemias, cambios en las redes comerciales, agotamiento de recursos o motivos políticos, en este caso forzados a marchar hacia la actual Tarragona.

El hecho de que no se produjeran episodios violentos ha hecho que los arqueólogos no hayan podido encontrar materiales relevantes de la época. Pero sí han aparecido fragmentos de cerámica ibérica e importada, tanto cartaginesa como ibicenca. Dadas las dimensiones de las casas y su cronología, los expertos enmarcan La Cella en un poblado protohistórico. Una villa situada en un lugar estratégico, donde habrían convivido comunidades mixtas dedicadas a la actividad comercial.

Trabajo de campo 

Cada año, una cuarentena de jóvenes participan en el campo de trabajo de ‘La Cella’. Este campo tiene como objetivo la introducción de los participantes en la metodología arqueológica a través de la excavación de estructuras de habitación, la recogida y posterior tratamiento del material cerámico y la documentación de los restos aparecidos en este lugar, uno de los diferentes espacios con restos arqueológicos que se encuentran en el término municipal de Salou.  Aun así, las excavaciones arqueológicas realizadas durante los campos de años anteriores pusieron al descubierto numerosas estructuras murarias y han proporcionado una importante cantidad de material cerámico íbero y de importación. 

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