Roda de Berà parece vivir eternamente inmersa en una reivindicación histórica. Es la petición para que se construya un paso elevado en la nacional 340 que una el núcleo del municipio con la zona de la playa y permita a los peatones salvar la carretera sin poner, literalmente en peligro, sus vidas.
Esta espera pareció llegar a su fin en 2018, cuando Carreteras del Estado aprobó el proyecto de construcción de una pasarela peatonal en la N-340 que uniera la zona de La Plana, en Creixell, con la de La Barquera, en Roda de Berà. Así lo anunció, orgulloso, el alcalde rodense, Pere Virgili, en el transcurso de una sesión plenaria de entonces. Sin embargo cuatro años después el proyecto sigue sin ejecutarse y todo parece haber quedado en papel mojado.
«Hace años que batallamos para tener este paso elevado», explica ahora Virgili: «Necesitamos tener un acceso seguro a la playa desde la carretera de la Diputació, perpendicular a la nacional». El Ayuntamiento se encuentra atado de pies y manos para realizar cualquier tipo de actuación. «No podemos instalar ni siquiera un semáforo o un paso de cebra porque a diferencia de lo que ha sucedido con Torredembarra o Altafulla con la llegada de la A-7, allí la N-340 sigue siendo una nacional y no nos compite a nosotros», lamenta el alcalde.
Aún así, lo que sí que pudo avanzar el Ayuntamiento fue, una vez tuvo conocimiento de ese proyecto prometido por Carreteras del Estado y que ha quedado en el limbo, acelerar la adecuación de toda la zona en la que debía construirse el puente. Pere Virgili recuerda que «en ese momento insistimos a la Diputació para una adaptar una acera con iluminación que uniera el núcleo urbano de Roda con la playa y así transmitir más seguridad a los peatones. La acera sí se ha hecho, pero la pasarela, no».
Una gran rotonda, sin el paso
Los años han pasado y Roda de Berà no ha obtenido ningún tipo de explicación por parte del Estado de por qué no ha habido la ejecución del proyecto. Pere Virgili asegura que se han mantenido varias reuniones al respecto para abordar el tema, pero «simplemente es un proyecto que no avanza», lamenta.
En lo que sí que parece que el Ministerio de Transportes y Movilidad se ha puesto las pilas es en la creación de nuevos accesos en la AP-7 y en la AP-2, para lo que el Estado anunció, en marzo, una inversión de 130 millones de euros. En este proyecto sí que entra en juego Roda de Berà, donde se propone construir una gran rotonda por encima de la autopista con accesos que conecten directamente con el núcleo del pueblo, situado a pocos metros. El coste de los trabajos asciende a 7,5 millones, pero en este presupuesto queda completamente fuera la previsión de la pasarela. El Ayuntamiento se muestra favorable a este proyecto, pero sigue insistiendo en la necesidad de construir ese paso elevado para cruzar la nacional. Un paso que, piden, «se construya allá donde incialmente estaba previsto, y no donde se ha proyectado la mega rotonda. Sino, la acera que habilitamos pierde todo el sentido». La última renión mantenida fue en julio. En ese momento simplemente se informó al Consistorio de que «todos los proyectos de Catalunya se estaban licitando». Nada más. La espera sigue siendo histórica.
