La Audiencia de Tarragona juzga desde este martes a un hombre por abusar y agredir sexualmente a la hija de su pareja durante dieciocho años. El acusado, en prisión preventiva desde noviembre de 2019, se enfrenta a 43 años de cárcel por el delito continuado de agresión sexual a una menor de dieciséis años, por abuso sexual y también por un delito continuado de abuso sexual a menores .
Los hechos ocurrieron en diferentes municipios de la demarcación entre 2001 y 2019.
Además, el investigado abusó sexualmente de dos amigos de la hija media de la pareja. La otra acusada, madre de la víctima principal, está acusada de un delito de omisión del deber de denunciar y el fiscal le pide 20 meses de multa con una cuota diaria de diez euros. El juicio se realiza a puerta cerrada.
La pareja
Según el escrito de acusación del fiscal, ambos acusados han mantenido una relación sentimental durante dieciocho años, de la que han nacido dos hijas. La víctima es hija de la acusada fruto de una relación anterior.
El fiscal detalla que el padrastro empezó a abusar de la menor cuando tenía seis o siete años haciéndole tocamientos y obligándole a hacerle sexo oral. En los primeros abusos, la madre de la víctima sorprendió a su pareja con la niña y le contó a la madre del acusado. La mujer le preguntó a la menor si el padrastro le había hecho algo y la víctima «siempre contestaba que no», según apunta el fiscal.
A la edad de catorce años, el acusado inició sus agresiones con penetración. La víctima las sufrió de forma diaria y durante años hasta que a ser mayor de edad, cuando intentó detenerlas. Entonces, señala el ministerio fiscal, el acusado la amenazó y le dijo que si se negaba violaría a su hermana menor, lo que le generó «desasosiego».
Asimismo, el fiscal describe en su acusación de que la joven se fue a vivir a Estados Unidos en agosto de 2019 a raíz de conocer a un chico por Internet. A partir de ese momento, el procesado le exigía vídeos sexuales y volvía a amenazar a la joven con la que agrediría a su hermana si no accedía a hacerlo.
«Exclava sexual»
«Cuando vuelvas serás mi esclava sexual o empieza a trabajarte porque te reventaré», son algunos de los mensajes que le enviaba, recoge el escrito del ministerio público. Todos estos actos vejatorios, indica el fiscal, causaron una «grave» situación psicológica a la víctima, que presenta un historial clínico compatible con un trastorno de ansiedad-depresivo. La chica denunció al hombre el 31 de octubre de 2019.
El escrito de acusación también recoge que la acusada pilló al hombre agrediendo a su hija cuando ésta ya era mayor de edad y que no lo denunció ni tampoco hizo nada por impedirlo. En noviembre del mismo año, la acusada denunció a su pareja por un delito de maltrato sufrido en un clima de violencia en el ámbito familiar, una vez su hija ya le había denunciado. Los abusos y agresiones se cometieron en los diversos domicilios que vivió la familia, como en la Bisbal del Penedès, Sant Jaume dels Domenys o Calafell, durante dieciocho años.
El acusado abusó de dos amigos de su hija
En paralelo, el investigado abusó de dos amigos de su hija, cuando éstos tenían doce y ocho años. Los hechos ocurrieron cuando los hermanos se quedaron a dormir en casa del investigado después de una fiesta de fin del curso escolar.
En el caso del mayor también le agredió en otra ocasión en un descampado tras recogerlo de la estación de tren de Calafell. El joven también sufre un trastorno por estrés postraumático, según el escrito de fiscalía.
Los delitos
El fiscal pide dieciocho años por un delito continuado de agresión sexual a menor de dieciséis años y otros dos por el delito contra la integridad moral. Asimismo, solicita la prohibición de comunicarse o aproximarse a mil metros de la víctima durante veinte años.
También le exige que se le imponga una pena de diez años de libertad vigilada e inhabilitación especial por cualquier trabajo con menores de edad durante un período de 23 años. Por lo que se refiere al delito continuado de abuso sexual a menor de dieciséis años y el de abuso sexuales, también pide doce y once años, respectivamente.
Aparte, de una petición de ocho y seis años de libertad vigilada por ambos delitos. Por todo ello, el hombre se enfrenta a 43 años de cárcel.
Por otro lado, el ministerio público pide, en concepto de responsabilidad civil, una indemnización de 72.800 euros para la víctima, 60.000 de los cuales por los daños morales sufridos durante los dieciocho años de agresiones y abusos.
Para las otras dos víctimas solicita una indemnización de 40.800 y 20.000 euros, respectivamente. Respecto a la otra acusada, la fiscalía le achaca un delito de omisión del deber de denunciar y le pide una pena de veinte meses de multa con una cuota de diez euros diarios.