El diseño del mobiliario urbano, además de la estética en formas y colores, ajustarse al entorno y su funcionalidad, también debe contar con el posible uso que den los ciudadanos y más cuando parecen poco claras sus intenciones o acaban de completarse.
Así lo ha hecho ver un lector del Diari sobre los plafones con la leyenda de Vilamar Centre, en Calafell, y que delimitan la zona comercial del núcleo de la playa.
Esas estructuras presentan un hueco que parecería previsto para colocar unas plantas que mejoren la decoración de la zona. Pero a falta de colocar esos elementos vegetales ornamentales, esos espacios parecía claro que iban a convertirse en papeleras.
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Y así ha sido. Esas estructuras que delimitan la zona comercial de la playa de Calafell se llenan de papeles, latas y todo tipo de residuos mostrando una imagen muy alejada del propósito pretendido.
El objetivo de una imagen de conjunto unificado en la zona comercial de la playa con el nombre de Vilamar Centre queda dañado por la falta de los elementos ornamentales que completen los plafones metálicos. Otra cosa será el mantenimiento y duración de las plantas que puedan colocarse.
Así se han diseñado paradas de autobús, las placas de los nombres de las calles que han recibido muchas críticas por su pequeño tamaño y otros elementos con la pretendida finalidad de una imagen de conjunto. Algunas placas tuvieron que retirarse porque afectaban a la seguridad vial.