Las obras de construcción del paso inferior bajo la carretera C-31B que une Tarragona y Salou y que conectará la ZAL con el vial dels Prats han generado, tan sólo cinco días después de iniciarse, malestar entre la Associació Gremial Taxistes de Tarragona (AGTT) y usuarios que, a diario, hacen uso de esta autovía.
Los afectados denuncian el colapso de vehículos que provocan estos trabajos, una situación ante la cual se muestran «muy preocupados» no solo por las propias retenciones, sino también por la peligrosidad del paso alternativo que se ha habilitado para salvar las obras. En este sentido, el Port de Tarragona anunció en un comunicado que, mientras duren, «el tráfico se desviará de la carretera C-31B al vial que se ha construido en la fase 0 –ya finalizada–». De este modo, prosigue el comunicado, «la C-31B queda liberada y se podrán empezar las obras para la ejecución del paso inferior y de los enlaces del lado norte».
Los carriles de este vial son, según denuncia uno de los usuarios que pasa a diario por la autovía, «extremadamente estrechos». De hecho, asegura «los autobuses y los camiones pasan muy justos» y, además «hay muy poca iluminación, lo que por la noche lo hace todavía más peligroso».
De hecho, la AGTT tacha a estos carriles de «trampa muy peligrosa», por haber solo uno de ida y otro de vuelta, lo que conlleva que «cualquier accidente que se produzca haga que tanto los vehículos accidentados como todos los que van detrás se queden atrapados entre barreras de cemento, sin escapatoria posible». En este sentido, alerta que «taxis, autobuses, repartidores, coches particulares, etc., y también ambulancias, bomberos y cuerpos de seguridad, nos encontramos con un grave problema de circulación cuando precisamente más fluidez necesitamos para movernos».
Seis meses de obras
La construcción del vial inferior bajo la C-31B se está ejecutando en tres fases. Las obras que afectan a los usuarios y taxistas forman parte de la fase 1 que, según el comunicado remitido por el Port de Tarragona, debían empezar el pasado viernes día 23, pero se avanzaron dos días y arrancaron el miércoles. La previsión es que la obra al completo esté finalizada a lo largo de la primavera del 2024 y que esta fase 1 concluya en enero del año que viene.
El inicio de las obras, justamente a las puertas de la temporada turística, tampoco ha sido bien recibido por parte de gremio de taxistas de Tarragona, que recuerdan que es justo ahora cuando el tránsito en la autovía de Salou y en la carretera que une Vila-seca con La Pineda «se multiplica por varias veces con respecto al tráfico habitual en temporada baja». Así, si ahora un usuario tarda una media de 20 minutos en ir desde Salou hasta Tarragona, con las retenciones este tiempo se incrementa en 15 minutos más, una cantidad que los usuarios temen que se multiplique en pleno mes de julio y agosto.
Como alternativas, la AGTT plantea, por un lado, «transitar por la N340, con las inevitables y largas colas que provocará el semáforo de la Canonja», y por otro, «hacer el viaje por la A7, con el consecuente sobre coste para el cliente debido al mayor kilometraje». Por ello, la asociación lamenta que «todos los inconvenientes se hubieran evitado, o al menos minimizado, si las obras se hubieran pospuesto a otoño» y pide a las autoridades que «tomen las medidas necesarias para corregir el problema».