El Ayuntamiento de Mont-roig del Camp y la Asociación Comunidad de Propietarios de Sant Miquel han llegado a un acuerdo para que sea la entidad la encargada de gestionar la piscina ubicada en la urbanización. Así lo confirmó esta semana al Diari el alcalde, Fran Morancho, que apuntó que en los próximos días se firmará un convenio que establece que este año el mantenimiento del equipamiento correrá a cargo de los vecinos.
«La entidad siempre ha gestionado la piscina. Desde el departamento jurídico del consistorio se está acabando de redactar el documento que recoge este acuerdo con la comunidad por lo menos para este año», señaló.
El alcalde del municipio explicó que la situación urbanística de las zonas verdes de la urbanización todavía no se ha definido al 100% y los terrenos que en un principio pertenecen a la administración pública aún no se han cedido, por lo que hace unos días se decidió de mutuo acuerdo con los vecinos que sean ellos los que se encarguen de la piscina y de cara al próximo año se volverán a reunir para redefinir la situación que ha llegado a generar problemas entre los vecinos que viven en la zona.
Hace unas semanas un grupo de vecinos expresó su malestar con el ayuntamiento por no regular el funcionamiento de este espacio. Según apuntaron a este medio, la piscina no cuenta con un servicio de socorrismo y el mantenimiento y gastos son responsabilidad de la comunidad de propietarios. Unos cargos que ellos consideraban que debía asumir la administración y no los vecinos, puesto que entendían que es de titularidad municipal desde 2015, cuando el consistorio reclamó las zonas verdes para convertirlas en municipales.
Además de revindicar que la gestión dependiese de la administración, el grupo pedía la figura de un socorrista que vigile la piscina, ya que explicaron que el año pasado se tuvo un susto con un niño de tres años.
La versión de la comunidad
Por su parte, desde la Asociación Comunidad de Propietarios de Sant Miquel también expresaron su versión sobre estas desavenencias con los vecinos que no están conformes con la gestión de este servicio. La vicepresidenta, Ana Rosa Regidor, aseguró que la piscina se construyó en un terreno que pertenece al consistorio pero la construcción fue a cargo de la comunidad, que se ha encargado de la gestión desde un principio.
«La piscina está bien cuidada y la pagan todos los vecinos. Está todo legal. Ellos –refiriéndose al grupo de residentes que denunciaron la situación- no quieren pagar porque tienen un problema con la persona que se encarga del mantenimiento».
Regidor también quiso desmentir que la piscina esté abierta a todo el mundo. Solo pueden acceder las personas que viven en la urbanización. Asimismo, remarcó que no es necesario tener un socorrista porque no están obligados por normativa. No obstante, desde la comunidad se avisa a las personas que disfrutan de este servicio que los niños pequeños deben estar acompañados por un adulto.