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Los establecimientos de la Rambla Jaume I de Cambrils intentan recuperar la facturación

Los empresarios creen que la pérdida económica se debe a una «mala organización» y muchos han tenido que cerrar

15 octubre 2023 21:30 | Actualizado a 16 octubre 2023 07:00
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Tras seis meses de la inauguración de la nueva Rambla Jaume I de Cambrils, los negocios siguen intentando recuperar la facturación que tenían antes que empezaran las obras, que se alargaron durante más de un año.

Durante esa época, todos los comercios se vieron afectados económicamente, ya que dejó de ser una calle de paso al encontrarse inmersa en unas obras que llenaban las aceras de polvo, suciedad y ruido y la movilidad se vio reducida. «En mi negocio tuvimos un 40% menos de ventas», asegura Mireia Valls, propietaria de la farmacia Mireia Valls.

En mi negocio tuvimos un 40% menos de ventas y aún no nos hemos recuperado»

Mireia Valls

Propietaria de la farmacia Mireia Valls

Esta fue la tónica de gran cantidad de locales de proximidad que tuvieron que hacer malabares para mantener el mismo número de personal o, simplemente, mantener el negocio a flote. Decenas de comercios tuvieron que echar el cierre, debido a la falta de actividad que tenía el negocio durante ese periodo. De hecho, hay locales que han tenido que cerrar una vez finalizadas las obras, ya que no han conseguido igualar o acercarse a la facturación que tenían antes que empezara la remodelación.

«Hay negocios que están cerrando por las tardes o echando la persiana definitivamente, porque la situación es insostenible. Hay mucho movimiento, se abren de nuevos, pero a los meses están cerrando», explica Valls.

Estos comercios que están cerrando acostumbran a ser de proximidad, como verdulerías, pescaderías o tiendas pequeñas de ropa. Tomás García, propietario de la empresa ElectroPlus, asegura que hay que diferenciar los «tipos de negocio». «No ha afectado de la misma manera a negocios de proximidad que a otro tipo de negocio más grande, como es la hostelería». Esto lo justifica la falta de movilidad en coche que se produce por la tarde, cuando cierran el paso a vehículos a partir de las 17.00 horas.

Problemas con la movilidad

«Nosotros éramos una farmacia donde los coches que pasaban por la Rambla podían aparcar o dejarlo en carga y descarga y venir a comprar», comenta Valls. «Ahora toda esta gente ya no viene, porque no tienen dónde aparcar o, simplemente, ni pueden pasar», añade.

En esta misma situación se encuentran otro tipo de comercios como las verdulerías y tiendas de alimentación, que han tenido que desplazarse a otra calle donde puedan pasar los coches para cargar sus compras.

Tengo claro que el Ayuntamiento no apuesta por el negocio de km0»

Tomás García

Propietario de ElectroPlus

«Tengo claro que el Ayuntamiento no apuesta por el negocio de km0 y quiere que nos vayamos a calles adyacentes y que no tienen tanta continuidad», critica García. «Como comerciante, creo que se tendría que abrir hasta las 19 o las 20 horas, porque así no te cargas el negocio pequeño. Se tendrían que establecer dos horarios, uno en verano y otro en invierno».

Otra de las quejas de vecinos y comerciantes es el resultado final que tiene la Rambla, ya que falta ultimar detalles como esconder el cableado, la iluminación y la limpieza. Muchos están de acuerdo en que era necesario hacer una remodelación de la Rambla, pero aseguran que la planificación «no ha sido la correcta».

«El problema es que se hizo muy rápido, lo cual está muy bien, pero hay mucha queja sobre cómo están los árboles, el césped, la suciedad... Se nota que lo han querido hacer todo muy rápido y que han quedado cosas por finalizar», asegura García.

Hemos pasado de tener una rambla vieja y funcional a una nueva, pero poco práctica»

Mónica Fernández

Propietaria de La Pelu

Valls cree que han querido convertir la rambla en una «segunda línea turística» por detrás de la zona del puerto y eso acabará perjudicando a los comercios de proximidad, que tendrán que buscarse una nueva zona para su negocio.

Mónica Fernández, del local La Pelu, cree que se ha pasado de tener «una Rambla vieja, pero práctica, a una completamente nueva y poco funcional para las tiendas».

Lo que está claro es que estos negocios han encadenado la Covid-19 y las obras, lo que ha provocado que en tres años su facturación bajase.

Actualmente, hay comercios que ya están empezando a sobreponerse, mientras que muchos no son optimistas y piensan que nunca volverán a recuperar la actividad que tenían hace unos años.

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