Hace unos días representantes del Ayuntamiento de El Vendrell mantuvieron una reunión con los de Renfe para intentar aplicar medidas contra el vandalismo y la inseguridad en las estaciones de la localidad.
Los usuarios llevan tiempo alertando de la inseguridad que sienten por los robos y el vandalismo. También hace unas semanas los vigilantes fueron atacados en Sant Vicenç por una mujer que les hirió. Uno de ellos sufrió una fractura de fémur.
El ataque fue en dos días sucesivos. El primero la agresora fue detenida por la Policía Local. Al día siguiente huyó tras atacar al personal de seguridad y causar destrozos en el bar de la estación. Sin embargo, la denunciada no se presentó al juicio al que estaba citada por ese ataque.
Atendidos por el SEM
En Sant Vicenç, hace unos meses, otro vigilante fue agredido por un grupo de grafiteros. El personal de seguridad tuvo que ser atendido por el Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM).
La situación alarma a los usuarios del tren porque además, tanto la estación de El Vendrell como la de Sant Vicenç de Calders, son muy accesibles para las personas que no van a coger el tren. En reunión entre Renfe y Ayuntamiento de El Vendrell se acordó que se instalarían tornos en ambas estaciones para regular el acceso y que sólo pudiesen llegar a los andenes las personas con billete.
Poco útiles
Para Sant Vicenç de Calders se planteó una actuación más compleja, como es la de vallar todo el entorno de la estación.
Sin embargo, vigilantes de seguridad que han trabajado en Sant Vicenç de Calders destacan que la amplitud de la instalación hace imposible sellarla por completo y que no haya puntos por los que poder acceder de manera irregular.
Además destacan que los tornos no sirven de nada si no hay vigilantes permanentes. «Si quien quiere entrar a la estación es capaz de saltar las vallas, como vemos cada día, también lo van a hacer con el torno».
Destrozadas
De hecho, esas puertas de vidrio que permiten al acceso a la zona de vías cuando se ha validado el billete ya se han destrozado a patadas en varias ocasiones en Segur de Calafell tras un ataque al personal de seguridad.
En este sentido explican que los tornos sólo son efectivos si hay vigilantes y que nunca sea una patrulla unipersonal.
Es más, señalan que en determinadas instalaciones debería haber personal armado como el vigilante de un furgón blindado, una joyería o un banco.
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"Cuando llegas a casa y sólo te han increpado, insultado o escupido... ha sido un día tranquilo". Quien habla es vigilante de seguridad en estaciones de tren. Encargados a diario de la protección de miles de personas, la de vigilante en transporte público es una profesión de riego.