La piscina municipal de Altafulla perdió dos millones de litros de agua al mes durante los meses en que estuvo abierta al público. Esto se traduce en una pérdida de 60 metros cúbicos de agua al día, lo equivalente a vaciar un palmo de agua diario. Las cantidades son desorbitadas y más si nos concienciamos de la época de sequía que atravesamos desde hace meses. Es por eso que ya a finales de septiembre, el equipo de gobierno anunció que este verano el equipamiento no abrirá, lo que la concejal de Urbanismo, Marisa Méndez-Vigo, ratificó al Diari hace escasos días: «Es rotundamente imposible abrir. No podemos permitir que siga habiendo fugas de millones de litros de agua al mes».
La piscina de Altafulla tiene 40 años, pero un fue hasta el 2019 que se comenzaron a ver las fugas. En ese momento desde el Ayuntamiento se decidió cambiar el sistema de bombas para solucionar el problema. No fue hasta el verano del 2021 –el del año anterior la piscina no abrió debido a la pandemia- que se comprobó que el cambio de bombas no había funcionado: el agua seguía filtrándose. En este punto, el anterior equipo de gobierno trabajó sobre la posibilidad de construir una piscina dentro de la ya existente y terminar definitivamente con las fugas.
La moción de censura paralizó el proyecto y en 2022 la piscina volvió a abrir, todavía con fugas. Las pérdidas de agua se han calculado en 4 millones de litros durante los meses de julio y agosto, algo que ni el equipo de gobierno ni la oposición están dispuestos a seguir permitiendo.
Nuevo proyecto para arreglarlo
Para terminar definitivamente con el problema, el Ayuntamiento aprobó, en la sesión plenaria del mes de enero, un proyecto inicial de reforma de la piscina, muy similar al que se presentó en 2021 -construir una piscina dentro de la actual- y cuyas obras ascienden a 666.141,87 euros (IVA incluido).
En este punto sí que ha habido discrepancias entre los miembros del equipo de gobierno y la oposición, que consideran excesiva esta inversión. En este sentido, el portavoz de l’EINA-ERC, Jordi Molinera, apunta a los materiales que se han previsto utilizar en la obra: «En junio pasado ya se veía que la piscina seguía perdiendo agua, pero no fue hasta noviembre que se redactó el proyecto, muy parecido al que presentamos nosotros pero con la diferencia de que en este se prevé utilizar unos materiales que hacen que el precio se dispare».
Por su parte, la concejal de Urbanismo del Ayuntamiento asegura ser consciente de la situación: «Hay grupos municipales a los que les ha parecido un presupuesto muy alto», pero, prosigue, «nosotros no queremos hacer una chapuza». Con todo, Méndez-Vigo reconoce que «a la hora de licitarse el proyecto siempre hay rebajas, por tanto el precio final no será ni mucho menos el que ahora está estipulado».
Las obras, después de verano
Para poder tirar adelante con las obras de reforma de la piscina municipal de Altafulla se requiere de una partida presupuestaria que las prevea. Pero, al estar los presupuestos municipales prorrogados, a día de hoy esta partida es inexistente y, además, tampoco se preveía en los presupuestos que presento el equipo de gobierno. Sí que está aprobada, sin embargo, en la Junta de Govern Local del pasado 13 de diciembre, lo que permite a la concejal de Urbanisme anunciar el inicio de las obras «entre septiembre y octubre».
l El proyecto de reforma de la piscina se aprobó en la Junta de Govern de fecha 13 de enero, y paso por pleno el día 16 de ese mes. Desde la oposición lamentan que únicamente tuvieron tres días de margen para estudiarlo y valorar si debían aportar alguna propuesta que lo complementara.
