En el piso, en Bellvei, vivimos mis 2 hijos, Xavi y Ana de 9 y 6 años y yo. Desde el primer día que se decretó el estado de alarma estamos en confinamiento. Sólo salgo para lo estrictamente necesario, renunciando así a que mis hijos puedan estar con su padre y abuelos que viven en Gavà. Así lo decidimos por un bien común, con todo nuestro pesar...
25 días días que mis niños no han podido estar con su padre ni abuelos. Días que se iban haciendo más angustiosos para ellos al saber que sus abuelos estaban contagiados... y días terribles cuando les expliqué que su avi estaba muy malito en el hospital. Este miercoles 8 de abril su avi falleció. Su avi del alma, al que querían con devoción, con el que tenían un contacto diario desde su nacimiento, el que los educaba y «malcriaba» con todos sus caprichos de niños, el que velaba y lo daba todo por todos y sobretodo por ellos...
Destrozados
Mis niños, los que reunieron todas sus fuerzas y con palabras truncadas por el llanto desgarrador se despedían de él por whatsapp, en la distancia, incrédulos, destrozados... con la necesidad de también tener a su padre y abuela al lado en esos momentos tan dificiles. Me decían: «mama, por favor un simple abrazo, saber que ellos están bien y no se van a morir también, para así despedir al avi con ellos...».
Se te parte el alma, te destroza el corazón, y además, sabes que es recíproco, que su padre y abuela también los necesitan a ellos; que con un simple abrazo, con un reencuentro, aliviarían una pizca de dolor y eso, para ellos, ya es mucho!!
Rabia
Y viene cuando ellos, tan pequeños pero conscientes de toda la situación que nos rodea y lo que les toca vivir, te dicen que les da rabia, mucha rabia que haya gente que no cumplan lo que ellos si hacen: quedarse en casa!! Entiendo su rabia, su frustración, su disgusto.
Yo también estoy rabiosa, enfadada. Yo y el resto de personas que sí tenemos cabeza. Es injusto, intolerable y despreciable! Tienen más conciencia del bien y el mal los niños que esta minoría de adultos irresponsables e ignorantes!! Basta ya! Basta ya!
Vidas truncadas
Detrás de las cifras de muertos hay miles de vidas truncadas, despedidas terribles, finales en soledad absoluta. Hay dolor, muchísimo dolor. Una situación dura, desgarradora, donde se suma la frialdad e inhumanidad de no poder abrazar en estos amargos momentos a tus seres queridos, de no poder llorar hombro con hombro... Detrás de todas éstas vidas truncadas hay hijos, esposas, hermanos, sobrinos, nietos, amigos... Personas de todas edades que ahora tendremos que convivir con una gran pena en el alma....
Y aún así debemos ver que hoy todavía existe una minoría de inconscientes egoístas, insolidarios y sin ética que circulan libremente hacia sus segundas residencias o saber de vecinos del pueblo que siguen celebrando misa con sus mejores galas el domingo de Pascua (recuerdo que nosotros no podemos asistir al funeral del avi...). Gente que va a casa de un familiar por simple visita o porque allí hay jardincito para tomar un rato el sol, que pasean como si nada con excusas banales o salen a correr...
Aún así, sabiendo que estamos en un estado de alarma donde todos estamos en riesgo de contagio y mucha gente; sanitarios y demás trabajadores o voluntarios, que están día a día en primera línea frente al peligro para el bien y protección de todos... Aún así, hay incivismo, comportamientos incoherentes, irresponsables... no sirven las excusas! Lo que sirve es que te quedes en tu casa!! Basta ya! Basta ya!
Anna Holgado. Bellvei