La calle Barcelona cambió por completo su aspecto anoche. Dejó atrás el ir y venir de peatones y vehículos para tender una larga alfombra naranja y rendirse al mundo de la moda. Era el plato fuerte –y final– del Salou Shopping Festival, un evento que arrancó a mitad de septiembre y que, entre otros objetivos, llegó con la voluntad de alargar la temporada y animar la vida salouense más allá de julio y agosto.
Había ambiente. El tiempo, más veraniego de lo que sería de esperar en estas fechas, acompañaba. Y lo dejaron claro los numerosos abanicos que se dejaban ver entre la muchedumbre.
Antes de empezar el evento, público de todas las edades que combinaba vecinos y turistas se apresuraba a buscar el mejor sitio desde donde ver desfilar a los modelos que lucían la ropa de la nueva temporada de otoño- invierno en la Salou Fashion Street.
Y es que recorrieron la alfombra más de una treintena de modelos que lucían moda de hombre, de mujer e infantil en una cita de sábado noche que contaba con colaboración de once establecimientos locales.
Frente a una pantalla gigante y tras la voz de la presentadora que anunciaba cada tienda, su estilo y su ubicación, los distintos modelos lucían piezas de todo tipo, más formal o más deportiva, y los complementos para la nueva temporada. Las gorras o los bolsos, por ejemplo, tuvieron un papel destacado. Hacia las 22 horas era el turno del desfile final de un acto que llenó la céntrica calle salouense de luces, música y color.
La velada dedicada a la moda llegaba apenas un día después de que los escaparates vivientes se dejaran ver por las tiendas salouenses con el Fashion Circuit, y de celebrarse el Tasting and Street Music and Shopping, una degustación de vino, sangría y vermut en varios lugares del municipio que culminó una jornada en que la nota musical tuvo un papel también clave.