El nuevo edificio de la Biblioteca Municipal Joan Martorell Coca pde Roda de Barà está cada vez más cerca de convertirse en realidad después de que hayan empezado ya los trabajos geotécnicos para la redacción del proyecto ejecutivo de la rehabilitación de Cal Guivernau y su adecuación para darle este uso.
El edificio, declarado Bien Cultural de Interés Local en 2010, es, por su valor arquitectónico e histórico, por sus dimensiones, condiciones y ubicación estratégica, un lugar ideal para ubicar la biblioteca de Roda de Berà.
El proyecto básico fue aprobado por la Junta de Gobierno Local en mayo de 2019 y actualmente se está redactando el proyecto ejecutivo. El presupuesto total incluido en el proyecto básico, elaborado en 2018, ascendería a más de 1,1 millones de euros. «Por la importancia del proyecto y por su valor, que supondría cerca de un 10% del presupuesto general del Ayuntamiento, hemos pedido diferentes subvenciones a administraciones superiores, al gobierno del Estado ya la Generalitat de Catalunya», asegura el alcalde Pere Virgili.
El departamento de Cultura ha otorgado al proyecto 200.000 euros; y la Generalitat de Catalunya, dentro del PUOSC, 104.774 euros. La más importante sería la subvención del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, dentro del programa ‘1,5% Cultural’, la cual supondría cerca de 587.000 euros, aunque todavía no se ha recibido la resolución por parte del Ministerio. En cuanto al presupuesto municipal, el Ayuntamiento ha previsto destinar una partida, todavía abierta, del presupuesto de 2022 para el inicio del proyecto.
Actualmente el inmueble se encuentra en un avanzado estado de degradación, con toda la estructura horizontal apuntalada, que hace necesaria su rehabilitación urgente. Debido a su estado, el proyecto básico contemplaría un nuevo sistema estructural, de entramado metálico y forjados de hormigón.
La propuesta presentada por los arquitectos dentro del proyecto básico tiene como principal objetivo poner en valor los atributos originales del edificio. Por eso, se mantendría Cal Guivernau tal y como lo conocemos, sin anexos ni volúmenes añadidos que distorsionen su valor histórico. Se abriría, eso sí, una nueva puerta de acceso al edificio por la plaza de la Església para dignificar esta fachada, que actualmente no es la principal. También quedarían visibles los restos arquitectónicos hallados en el nivel de semisótano.