El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Cambrils quiere comprar la antigua bodega de la Cooperativa Agrícola. Esta intención se conoció ayer en el pleno ordinario del mes de noviembre, donde se aprobó una modificación de crédito por un valor de 1.219.244,20 euros que incluye una partida de 150.000 euros que se destinarán a esta posible adquisición.
En marzo de este año el consistorio declaró Bé Cultural d’Interès Local este edificio histórico que se puso a la venta en septiembre por un precio estimado de 1,2 millones de euros. Una noticia que sorprendió a muchos en su momento y ayer a la oposición, que preguntó qué objetivo tiene el gobierno con la designación de esta partida económica.
«En la comisión dijeron que era una cantidad para poner en marcha las negociaciones. ¿Tan poca credibilidad tienen para tener que poner esta cantidad? ¿Hace falta comprar otro local cuando tenemos un edificio como el Forn del Tallero cerrado?», apuntó el portavoz del PP, David Chatelain. En esta línea, Oliver Klein, del Nou Moviment Ciutadà, cuestionó si «realmente interesa» obtener este edificio.
El concejal de Cultura, Lluís Abella, explicó que el gobierno ya se había reunido con los representantes de la Cooperativa Agrícola para hablar sobre la compra. «Tenemos una propuesta firme para vender este equipamiento al Ayuntamiento. Valoramos esta posibilidad porque es un edificio singular que creemos que tiene que ser para el pueblo y por eso hemos puesto esta partida para empezar las negociaciones.
Nos trajeron una tasación de una empresa privada y ahora nuestros servicios técnicos también lo tasarán para llegar a un acuerdo de compra», argumentó el edil, que añadió que el propósito es que no sea un edificio que acoja despachos, sino que sea un museo de Cambrils. «Tiene que ser un equipamiento para los cambrilenses», manifestó.
Desencallar el Teatre Auditori
Otra de las partidas que llamó la atención fueron los 150.000 euros para mejoras del Teatre Auditori. Como avanzó hace unos días el Diari, el gobierno ha presentado un proyecto a la Generalitat para mantener la subvención de cerca de un millón de euros que se les otorgó para la construcción del equipamiento.
Ivan Sanz, de la Assemblea de Cambrils, fue el encargado de difundir que el coste de este plan presentado era de unos 800.000 euros y puso en duda que el gobierno catalán acepte la propuesta. Incluso apuntó que este dinero presupuestado sería para negociar el pagamento fraccionado de la subvención. Una reflexión que compartió Chatelain.
«No olvidemos que esta obra es una herencia del pasado, estaba presupuestada en cerca de 18 millones de euros y se ejecutaron 6, que son el monstruo de hormigón que tenemos al lado de la estación de autobuses. Visto con perspectiva, me temo que esta operación no se aceptará y al final se deberá liquidar la deuda y tendremos un millón de euros más enterrados en ese agujero», apuntó.
De nuevo, Lluís Abella afirmó que «alguien» debía hacer esta apuesta por el Teatre Auditori, un tema que estaba aparcado por el tema económico. «Desde Cultura necesitamos un auditorio pero no con estas dimensiones. Hemos dotado la partida para mostrar nuestro interés a la Generalitat y a todos, no queremos tener un edificio parado.
Ponemos la primera piedra para intentar desencallar este tema», dijo el concejal, que no avanzó más detalles del proyecto presentado pero sí quedó claro que no será el edificio que diseñó el arquitecto Ramon Sanabria y que tenía una superficie construida de 7.890 metros cuadrados que se distribuían en una planta baja y cuatro plantas más, además de un sótano.
«Modificación del confeti»
La reapertura de Ràdio Cambrils también fue otra de las partidas que se analizó detalladamente por la oposición. El gobierno destina 10.000 euros para la compra de mobiliario y 20.000 euros más para maquinaria de las instalaciones y nuevas tecnologías. Un total de 30.000 euros que no fueron bien recibidos por los concejales, que pusieron en duda su viabilidad.
«Se están dedicando esfuerzos y recursos a una radio que nace abocada al fracaso, es una apuesta obsoleta», señaló Chatelain. Por su parte, Imanol Rico, de Ciutadans, aseguró que la radio «se convertirá en un agujero económico de la casa, se ha invertido mucho dinero y no sabemos si se va abrir». También Oliver Klein preguntó por el precio final de esta acción. Ante estas dudas, la alcaldesa, Camí Mendoza declaró que se había hecho un presupuesto para la puesta en marcha del medio y que la cantidad se sabría «cuando abramos la puerta y toquemos el primer botón».
Asimismo, partidas como los 10.000 euros para estudiar la viabilidad de hacer un segundo mercado ambulante semanal, los 100.000 euros para arreglar las calles más deterioradas, las mejoras en los equipamientos deportivos o los 107.000 euros para iniciar el Pla Local d’Habitatge también fueron debatidas por la oposición, que tildó de «electoralista» el plan de inversiones. «Hacen unos presupuestos que parecen muy bonitos y sociales pero llegan a final de año y no han ejecutado todas las partidas», dijo Imanol Rico.
Además, el hecho de tratarse de la décima modificación de crédito no pasó inadvertido. «Está claro que no será la última. Esta la podemos bautizar como la del confeti y la próxima será la de los fuegos artificiales», afirmó David Chatelain para justificar la «rapidez» de solucionar los problemas antes de las elecciones. Un argumento que también usó Oliver Klein.
«Es una mala manera de hacer política y gobernar. (...)En el último momento quieren lanzar una señal de que algo se mueve», asintió. Ante estas acusaciones, el gobierno defendió el plan de inversión.
La concejal Ana López lamentó que se usaran frases hechas para «desacreditar» la acción. «¿No tienen mejores argumentos? Son muy demagogos. Deberían saber que lo que dicen no se ajusta a la realidad», afirmó la responsable del área de Promoció Econòmica. La alcaldesa cerró el debate afirmando: «Tenemos este dinero y hemos priorizado aquello que creíamos necesario impulsar».