Uno de los mayores atractivos de la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre es, sin duda, sus playas. Desde interminables oasis de fina arena dorada, pasando por calas prácticamente salvajes, hasta otros espacios donde se pueden practicar todos los deportes acuáticos o lugares de calma y ensueño donde relajarse con la suave brisa marina y el delicioso sonido de las olas del Mediterráneo brindando con la orilla.
En la Costa Daurada y las Terres de l’Ebre siempre hay una playa única y especial para cada persona. Allí donde siempre se desea volver.
La nudista más natural: la playa del Torn (Vandellòs)
Si alguien está buscando una playa nudista, ésta es una de las más especiales, tanto a nivel natural como de tradición: allí también se encuentra el camping naturista El Templo del Sol, reconocido con galardones de calidad a escala internacional y con un diseño estructural integrado en el entorno.
Gracias a su situación aislada, sus aguas transparentes y sus valores paisajísticos, con zonas de vegetación dunar e incluso, espacios de posidonia en el entorno marítimo, es un lugar idóneo para la contemplación del medio natural mediterráneo más salvaje.
Entre dos mares: playa del Trabucador (Delta de l’Ebre)
Una de las playas más especiales, con su carácter naturalmente salvaje, de entre las que también destacan sus inolvidables puestas de sol, es la playa del Trabucador.
Una gran lengua de tierra y arena protegida por dos mares conecta el Delta con la península de la Banya. Este bello espacio permite el baño en mar abierto y también en el mar de la bahía, con unas aguas algo menos profundas y más en calma.
Es importante tener en cuenta que su acceso se regula los meses de julio y agosto para controlar las aglomeraciones, conservar bien el espacio y para tener un mejor control del tráfico de vehículos.
Para ir con perros: La Platjola (Alcanar)
Los amantes de los animales conocen la dificultad de encontrar lugares donde disfrutar del descanso con sus peludos.
La delicada Platjola forma parte del conjunto de playas y calas denominadas Les Timbes y cuenta con un valor ambiental y ecológico elevado, además de la distinción de playa virgen. El hecho de no sufrir presión urbana y encontrarse alejada de los núcleos de población ha hecho que logre conservar sus valores naturales. Situada a apenas a 3km de distancia de Alcanar, tiene una longitud de unos 300 metros, una amplitud d5 5 metros y está formada mayoritariamente por pequeñas piedras.
Bañarse en Maldivas: Cala Vidre (L’Ametlla de Mar)
El color del agua en distintas zonas del mundo siempre es motivo de admiración, pero muchas veces no somos conscientes que tenemos esa belleza menos lejos de casa que viajar hasta Maldivas.
Situada a los pies de los vestigios del castillo de Sant Jordi de Alfama (siglos XII y XVII), cala Vidre es uno de los espacios que hace honor a su nombre: las aguas cristalinas de la orilla viajan a un azul que crece en intensidad a medida que nos adentramos en el mar. Un color que contrasta con el verde de sus 255 hectáreas de terreno boscoso virgen, donde se proliferan especies de flora como la coscoja, el lentisco o el palmito.
La más larga de Tarragona: playa Llarga (TGN)
Ubicada entre Tarragona y Altafulla, la playa Llarga puede presumir de ostentar el título de ser la más extensa de la provincia con sus 3 kilómetros de longitud.
Además de la más larga, también es una de las mejores acondicionadas y cómodas de la zona, ya que, aunque se puede acceder en transporte público o a pie a través del bello camino de ronda, hay fácil aparcamiento, que suele estar bastante concurrido los meses de estío. Cuenta con baños públicos, duchas, restaurantes, chiringuitos, varias pasarelas de acceso y, por sus características, la posibilidad de practicar actividades deportivas en la arena o actividades náuticas.
Con los chiringuitos más cool: playa Cristal (Miami Platja)
De fina arena casi blanca y un acceso al mar calmado, se trata de una playa gigantesca tanto en longitud como en amplitud, lo que la hace cómoda para todos los usuarios y evita las masificaciones típicas de los meses de verano.
Además de contar con un buen número de servicios entre los que destacan los baños públicos y duchas, el alquiler de tumbonas y toldos, una plataforma flotante o un parque infantil cercano, goza de un largo de un paseo marítimo muy cuidado, salpicado por un gran número de restaurantes deliciosos y, sobre la arena, algunos de los chiringuitos más cool de la provincia.
La cala pirata: Cala Crancs (Salou)
Durante el siglo XVI, cala Crancs fue un lugar importante para los piratas ya que, por su excelente ubicación, la usaban como un refugio durante la noche y por la mañana podían salir de forma abrupta para coger por sorpresa a otros barcos.
Esta cala, que acalla muchas historias marinas, recibe su nombre porque es el hogar de distintas y variadas especies de cangrejos, que a día de hoy aún acompañan a los visitantes.
De estilo semiurbana, ubicada en el Cap de Salou, es una cala más tranquila que otras del municipio. Sus aguas pausadas y claras la convierten en un lugar ideal para practicar el snorkel.
Un desierto en el mar: Punta del Fangar (Delta de l’Ebre)
Ocupado en su mayoría por arrozales inundados de agua, la belleza de este espacio se torna en inigualable. Considerado como el desierto del Ebre, sus dunas tienen alto valor ecológico, ya que están consideradas como las más grandes y bien conservadas de todo el litoral catalán.
El faro, conocido popularmente como la faroleta, es otro de sus emblemas, ya que es uno de los más grandes de la zona y la única edificación en esta tierra. A este espacio se le conoce también como la playa de los espejismos, porque cuentan que, durante las horas con más sol, se pueden ver espejismos de agua y todo lo que están en el fondo se ve borroso.
Perfecta para el snorkel: Playa del Àliga (El Perelló)
Un sendero que bordea toda la costa nos regala, en su destino final, una pequeña cala con aguas cristalinas y con colores impresionantes en contraste con el ocre de las rocas dibujadas por las olas del mar y el rojizo de los acantilados.
La ruta a pie es perfecta para disfrutar del mar de una forma diferente, aunque algunos también prefieren acceder directamente en barco.
Y una vez en la cala, de apenas 100 metros de longitud y 10 metros de anchura, con su oleaje moderado, es perfecta para practicar deportes marinos, como el snorkel y disfrutar de una jornada de silenciosa paz.
Con ecosistemas desaparecidos: playa dels Muntanyans (Torredembarra)
Se trata de uno de los espacios más especiales (y cuidados) de la localidad.
Sus 7 kilómetros preservan algunas especies vegetales endémicas como el lirio de mar, que actualmente se encuentra en peligro de extinción y fauna como la lagartija colirroja. Otro de sus principales valores es el de conservar ecosistemas de dunas y marismas ya desaparecidos en prácticamente toda la costa catalana, además de lagunas de agua salada. Por su valor paisajístico y ecológico, la playa dels Muntanyans forma parte del Plan de Espacios de Interés Natural.