La urbanización ilegal de Lago Romano, junto a la Séquia Major de La Pineda, ya es historia. El Ayuntamiento de Vila-seca ha culminado el derribo de las últimas casas que quedaban en pie, después de que los ocupas que habían entrado en una de ellas se hayan marchado de forma voluntaria.
El espacio liberado se integrará en el Parc de les Arenes como una nueva zona verde municipal frente a la Escola Cal·lípolis y el Centre Cívic. De esta forma, se culmina un conflicto urbanístico que se arrastra desde hace tres décadas.
El consistorio compró el año pasado las dos últimas casas que quedaban por expropiar de esta zona residencial que se encontraba fuera de ordenamiento. Sin embargo, una familia ocupó una de ellas, con la intención, según el Ayuntamiento, de extorsionar para recibir un beneficio económico por irse. Hace dos semanas, se hizo un requerimiento oficial para que abandonaran la casa, o se iniciarían los trámites para un desahucio forzoso.
Las viviendas de Lago Romano se construyeron previamente a la aprobación del planeamiento urbanístico de Vila-seca. De hecho, se encuentran en una zona inundable y sin urbanizar; no disponían ni de aceras ni calles asfaltadas. El Plan General de Vila-seca califica estos terrenos como «zona verde de protección de la Séquia» desde 1993.
A partir de entonces, el consistorio ha ido adquiriendo las casas de mutuo acuerdo con los propietarios y derribándolas de forma paulatina. A finales del año pasado ya se demolieron algunas construcciones y esta misma semana se han ejecutado los últimos derribos. La recuperación y reordenación ambiental de esta ámbito es una de las actuaciones que se incluyeron en el Pla d’Acció Municipal para este mandato.