Vecinos y asociaciones animalistas como Adipac o Pacma exigen responsabilidades por la muerte de Shaitan, el perro de trece meses abatido por disparos de la Policía Local en la urbanización Valldemar de Segur de Calafell.
El Ayuntamiento insiste en que el agente disparó «en defensa propia». Añade que está instruyendo diligencias y la información se enviará al juzgado de guardia».
Concentración
Vecinos se concentraron las puertas del Ayuntamiento para condenar la muerte del perro. Pacma presentará una denuncia administrativa en el juzgado contra el Ayuntamiento de Calafell.
Consideran desproporcionada la acción del agente que mató de tres tiros al perro. Pacma también pide al alcalde que explique por qué no se activó un sistema para recoger al animal.
Destacan que el consistorio sabía que ese perro se había escapado en diferentes ocasiones, «pero no activó un protocolo ni avisó a entidades como Gossos en Acció, que ofrecen servicio de recogida». Ayuntamiento y Gossos en Acció tenían firmado un convenio pero no se ha renovado.
Cursos ofrecidos
La presidenta la entidad, Marina Ordoño, explica que ofreció hace unos años a la Policía Local cursos para saber cómo actuar en caso de encontrarse con un animal. «Pero los desestimaron».
Vecinos confirman que el perro se había escapado en diferentes ocasiones, pero que no era agresivo. Un vecino explica que el animal prácticamente vivía en su casa porque los dueños no lo atendían. «Le dábamos de comer, dormía en mi casa, jugaba con mi hijo de cuatro años. Era un perro cariñoso e incluso temeroso».
El Ayuntamiento dice que con la del viernes «era la sexta intervención desde septiembre de Policía Local y servicios municipales por denuncias por este perro». Incluso «se había intentado capturarlo, pero se desistió porque se escapaba».
Pacma destaca que los agentes fueron requeridos porque el perro estaba por la calle. «El Ayuntamiento no ha cumplido el protocolo de enviar a personal especializado». Tampoco el de haber actuado con los propietarios. En este sentido pide que se depuren responsabilidades. El consistorio asegura haber requerido «reiteradamente a los propietarios para que tuviesen cuidado y evitasen que estuviese solo por la calle». Los propietarios, según el Ayuntamiento, se han desentendido y señalan no ser los dueños. En el momento de los hechos no estaban en la casa.
Manifestaciones
La situación ha generado una gran repulsa y se anuncian manifestaciones. Critican que el Ayuntamiento haga gala de ser municipio Pet Friendly (amigo de los animales), «pero se mata a perros a balazos o se permite un mercado medieval con animales».
El comunicado municipal reitera que el agente actuó «en defensa propia contra el ataque de un perro de raza potencialmente peligrosa». Pero testigos niegan ese ataque y que el agente no presentaba signos de ello.
La versión del consistorio es que tras el aviso de un vecino al 112 al estar el perro suelto, los agentes acudieron a la zona. Uno de ellos bajó del coche para llamar a la casa del propietario y el perro se le acercó en actitud amenazadora.
«El agente intentó refugiarse detrás del coche pero el animal le amenazó e intentó acorralar contra un muro». La acción fue muy rápida y el agente usó su arma reglamentaria al temer seriamente por su vida». Señala que es un agente «experimentado, con muchos años de servicio y conocido por ser una persona tranquila y serena».