En las últimas semanas se ha abierto un debate en Cambrils sobre la necesidad de salvar o no el edificio de la antigua estación de tren. Mientras que varios residentes y entidades, entre ellas la Federació d’Empresaris de Cambrils (Fecam), se muestran partidarios de derribar el histórico inmueble y conectar la avenida Josep Vidal i Barraquer con Horta de Santa María, otros como la asociación de vecinos del barrio del Eixample o el Museu d’Història de Cambrils defienden su conservación.
En este último grupo se ha posicionado también la Plataforma en Defensa de un Ferrocarril Público y de Calidad del Camp de Tarragona, que esta misma semana ha iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org para que se mantenga el edificio. Ayer sábado la campaña, con el título Salvar la estació de Cambrils, ya contaba con más de 225 firmas que reclaman que la construcción se conserve y se integre en el barrio tras el desmantelamiento definitivo de la vía del tren. De hecho la entidad ha publicado una imagen en la que se puede apreciar la conexión de la avenida Josep Vidal i Barraquer con el barrio de Horta de Santa Maria sin la necesidad de derrumbar el edificio.
«Nos vemos sorprendidos por la facilidad con la que se habla de derrumbarse una estación histórica con 156 años tan fácilmente, con el argumento ‘de abrir el municipio en el mar’. En los últimos días, hemos podido leer a diferentes empresarios y grandes personalidades defendiendo el derrumbe de la estación, sin tener en cuenta su historia y todo el servicio que ha ejercido durante años. Una imagen que contrasta con la del resto de municipios que han perdido el ferrocarril, que siempre han luchado por mantener el edificio y dejar un ‘monumento’ al servicio que tuvieron que tanto les ayudó en su momento», manifiesta la Plataforma, que pone de ejemplo a Salou y su estación del Carrilet.
La entidad también recuerda en su exposición que, cuando se levantó este inmueble, «Cambrils era un pequeño pueblo apartado del mar y la estación se construyó en sus afueras. Con los años, y gracias a todas las ventajas que dio el ferrocarril, el municipio creció y creció hasta convertirse en lo que es hoy».
«Falta de respeto a la historia»
La entidad también se muestra en desacuerdo con los principales argumentos que se han dado a favor del derrumbamiento: malas compañías alrededor de la estación, conectar el municipio con el mar, darle mayor importancia al barrio y mejorarlo y el edificio no tienen ningún valor.
Sobre el primer punto, apuntan que el inmueble, que pertenece a Adif y no al ayuntamiento como muchos creen, no ha tenido ningún tipo de mantenimiento desde que dejara de estar operativo el 13 de enero de 2020. «¿Es culpable el edificio de que malas compañías se reúnan alrededor para hacer vete-a-saber-qué, o de su propietario o futuro propietario, que debe velar por el cuidado del mismo?», se pregunta la Plataforma, que desmiente que se pueda ver el mar desde ese punto y se muestra partidaria a hacer una rotonda alrededor de la estación. «No impide conectar la avenida y que los peatones caminen a su gusto por la ciudad», señala.
Para la entidad, destruir el edificio sería una «falta de respeto a la historia de Cambrils y a todos los usuarios que han pasado para coger el tren durante siglo y medio». Sostiene que sí tiene un valor histórico y que, en su época, «acercó una gran cantidad de ciudades entre sí, dio facilidad para conectar al mundo y las personas». La campaña finaliza con un claro mensaje: «avenidas hay muchas, edificios históricos, pocos».