Las cuadrillas que recogen lentisco en los bosques han vuelto a aparecer por Calafell. La Policía Local interceptó a un grupo recogiendo esta mata que tiene una gran salida en floristería, pero sobre todo en farmacia y perfumería además de para la industria química ya que se usa para fabricar barnices. Gran parte de la demanda procede de Holanda.
Vecinos habían alertado de la presencia de esas cuadrillas que recogen lentisco entre las zonas de Mas Romeu y Calafell Parc. Un dispositivo policial ha permitido decomisar 780 kilos. Además se han puesto una decena de denuncias por el incumplimiento de las medidas sanitarias por el coronavirus.
El lentisco no tiene una protección especial, pero su recogida de manera descontrolada provoca daños en el medio ya que tiene su valor ambiental de riqueza del bosque y como refugio y alimento de diferentes especies de aves y mamíferos. Además las cuadrillas que recogen esa mata acceden con vehículos por caminos y encienden hogueras.
El Ayuntamiento de Calafell ya activó medidas para intentar frenar ese expolio que también genera enfrentamientos entre los propietarios de zonas forestales y los grupos que recogen la planta. Entre otras acciones planteó cerrar con cadenas algunos caminos. Pero pidió a loe vecinos que avisasen al detectar a estas cuadrillas.
En la intervención de esta semana Calafell ha decomisado casi una tonelada de esa planta y con parte del material pretende impulsar una prueba para aumentar la riqueza de los fondos marinos. Aprovechará las matas para la reproducción de especies como la sepia y el calamar.
A estos animales les gustan los fondos arenosos, pero también requieren de zonas donde protegerse y depositar sus huevos. El Projecte Sèpia iniciado en la costa de Girona hace unos años ha demostrado que los tendidos vegetales con restos de lentisco atraen a la especie en busca de esa protección.
Para esas líneas vegetales sumergidas se emplea lentisco, que de esta manera no tiene que destruirse, y pino. Entre esos ramajes los cefalópodos depositan sus huevos, con lo que las especies crecen y se expanden por la zona.
La iniciativa se impulsará con el lentisco decomisado esta semana, según explica el concejal de ecología urbana de Calafell Aron Marcos. Otra de las ventajas es que se trata de un material que con el tiempo se deshace sin afectar el medio y que puede servir de alimento a otras especies.
La pérdida de praderas de posidonia, una planta vital para el ciclo marino ha motivado también una ausencia de esas zonas que servían para la cría y refugio de especies. Los tendidos con lentisco deben remplazar a esas zonas para la reproducción.
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