«Este 19 de diciembre se han celebrado 10 años de la presentación de la plataforma en contra de la implantación de un macroproyecto recreativo y turístico en el Camp de Tarragona, el que empezó denominándose Eurovegas, más tarde Barcelona World y actualmente Hard Rock. Por este motivo nos hemos reunido hoy en la Antigua Audiencia de Tarragona, para hacer un repaso de estos 10 años y encaminar el futuro de los meses que vienen». De este modo se inició el acto celebrado este lunes, convocado por la plataforma Aturem Hard Rock, en el cual se anunció una gran manifestación para el año que viene.
«El impacto en el entorno natural, en el modelo económico y la promoción del juego son tres de los principales motivos, entre otros, que fundamentan nuestra oposición al proyecto», argumentaron desde la plataforma, añadiendo que «es por eso que hoy hemos contado con tres personas expertas en estos ámbitos que han puesto sobre la mesa las consecuencias reales por la población del Camp que comportaría la construcción de un proyecto como el Hard Rock: Joan Pons, ambientólogo especializado en derecho ambiental y ex portavoz de la Plataforma; Santiago Hinojosa, de la asociación de tratamiento de las adicciones sociales ASTACA, especialistas en ludopatía; y Elena Idoate, economista y diplomada en Economía Internacional y desarrollo económico y miembro del Seminario de Economía Taifa».
Según argumentaron desde Aturem Hard Rock, «la destrucción de los espacios naturales protegidos de la Acequia Mayor y los Prats de Albinyana, el consumo excesivo de recursos energéticos y hídricos, la carga de adicción social sobre la población local, la reducción del poder adquisitivo de las familias o la precariedad de los puestos de trabajo en el sector turístico son algunos de los argumentos presentados a la mesa redonda en oposición al proyecto del Hard Rock».
«Nos encontramos ante unos meses decisivos por el futuro del proyecto, está sobre la mesa la aprobación del Plan Director Urbanístico, que supondría la compra automática de los terrenos por parte de la Generalitat y la supuesta abanica a Hard Rock para construir el complejo», argumentaron.
La manifestación
Por todo ello, anunciaron varias acciones, entre las que destaca «una gran movilización durante el 2023, para reivindicar que el futuro del Camp no se vende». «Desde la Plataforma animamos a las vecinas a sumarse en la lucha y organizarnos para poner contra las cuerdas los poderes económicos y políticos, porque el futuro del Camp no se decide en los despachos de Barcelona, ni a las reuniones de la patronal, lo decidimos la clase trabajadora», sentencian