Fue uno de los locales míticos de la noche de Calafell. En los años 70 y 80 el Baccara fue más que un símbolo que impulsó el holandés Humbert Van der Broek.
El Baccara, primero en la calle Vilamar y después en la del Carme destacaba por el ambiente y el encuentro de jóvenes. Muchas parejas surgieron del Baccara.
Hace unas décadas Humbert decidió venderlo y lanzarse al mar. Sigue navegando por todo el mundo con su velero. Y el Baccara ha estado cerrado. Tapiado, aunque con su histórico nombre aún lucía en la fachada. Para recordar lo que ya no iba a ser.
Y no será. Este miércoles ha comenzado el derribo de lo que quedaba del histórico local.
Muchos no han sido testigos del adiós del Baccara por el necesario confinamiento. El vecino de Calafell Salvador Vernet ha registrado el adiós del mítico local.